Márcia Batista Ramos
"a saudade do que nunca houve, o desejo do que poderia ter sido, a mágoa de não ser outro." Bernardo Soares (Livro do Desassossego)
La palabra portuguesa saudade constituye uno de los conceptos más singulares de la cultura luso-brasileña, tanto es así que, pensamos que los demás pueblos del mundo no pueden sentir lo que nosotros sentimos cuando sentimos saudades. Porque más que un simple sentimiento de nostalgia, la saudade representa una categoría afectiva que condensa la memoria de lo alejado, la añoranza de lo posible y la melancolía de lo irrecuperable.
En la obra de Fernando Pessoa (1888-1935), la saudade no se limita a ser un motivo lírico, porque atraviesa su poética como principio existencial y se convierte en el sustrato que articula su heteronimia y su visión fragmentada del mundo entre la memoria y la ausencia.
La saudade en Fernando Pessoa no se reduce a la evocación del pasado, sino que se proyecta como un estado ontológico. En el célebre “Livro do Desassossego”, atribuido a Bernardo Soares, la saudade aparece como una “nostalgia anticipada”, una tristeza amodorrada que no se ciñe a lo ya vivido, sino que también se refiere a lo que jamás se vivirá. En este sentido, la saudade pessoana es tanto recuerdo como deseo frustrado; un “sentimiento del tiempo” que conecta con la imposibilidad de poseer la totalidad de la experiencia.
Por otra parte, la multiplicidad de heterónimos de Pessoa amplifica el alcance de este sentimiento. En Álvaro de Campos, la saudade se manifiesta como un grito modernista: una añoranza del absoluto en medio de la vorágine industrial. En poemas como Tabacaria, el sujeto poético experimenta la carencia radical de sentido y la saudade surge como eco de una vida que nunca podrá ser plena. En cambio, Ricardo Reis la encarna de forma estoica, pues, su saudade se atenúa bajo la aceptación de la fugacidad, traducida en una elegancia formal que busca armonía ante lo efímero. Mientras que en Alberto Caeiro, aunque aparentemente ajeno a la metafísica de la ausencia, la saudade se insinúa en su rechazo a ella, su insistencia en vivir el instante revela, paradójicamente, el temor a perderlo.
La saudade en Pessoa no es un tema aislado, sino una matriz que unifica su proyecto literario distribuido entre sus heterónimos. El poeta no solo experimenta la saudade en relación con el amor, la infancia o la patria, sino que la siente como una condición constitutiva del ser: “sentir todo de todas las maneras”, como escribe en un verso, implica convivir con la imposibilidad de fijar la experiencia. Entonces, la saudade aparece como la huella que deja el contacto efímero con el mundo, siempre escurridizo, siempre inasible.
Finalmente, cabe señalar que Pessoa inscribe su concepción de la saudade en una tradición cultural portuguesa, pero la radicaliza hasta transformarla en un motor estético de su obra poética. En Fernando Pessoa, la saudade se convierte en una fuerza creadora, porque del vacío emerge la multiplicidad de voces, de la ausencia brota la imaginación poética. Por eso, puede afirmarse que la saudade en Pessoa no es mera nostalgia, sino la conciencia trágica de la pérdida y del alejamiento como origen de la literatura.
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