“La paz es la victoria, lo demás es metafísica” -Gustavo Bueno-
Cielo gris que envuelve las tardes. Llegó antes el agotamiento de fin año. Pesadez en el cuerpo y fatiga en la mente. Annus extrāneus lo que vivimos, lleno de la eterna violencia que arrastra este país y el mundo. Este año publicaron mi primer libro, otra extrañeza, llegar tan cerca a los sesenta años y ver el propio nombre impreso en la tapa de este extraño objeto que ha ido almacenando la historia real y ficticia de la humanidad. El libro habla del hambre, transversalmente, en profundidad, observándola de atrás y al horizonte, pero hay un hambre de la cual solo superficialmente he ido hablando en el libro, es el hambre oculta.
Hoy se sufre de hambruna donde hay guerras, conflictos armados, guerrillas, mientras que de malnutrición se sufre en todo el mundo. Hambre y miseria que se van enfrentando. El Diario de la Paz publica una noticia de un estudio realizado en la misma ciudad de La Paz, donde se revela que siete de cada diez estudiante no comprenden lo que leen, este es uno de los muchos efectos de la deficiencia de micronutrientes en el suelo y en los alimentos. Oscar, el maestro y escritor se enoja con los chiquis, yo le observo que no deberíamos enojarnos con ellos sino intentar cambiar la ruta de la educación y mejorar el suelo de nuestra tierra. De esto se trata.
Veo una ságoma detrás de una ventana al frente de mi casa, parece danzar, gesticula con su cuerpo, mueve el cuerpo y sus brazos van formando figuras abstractas. Es un simulacro de un teatro familiar, una apasionado víspera de una noche de amor o una discusión que tal vez terminará mal. “Sombras nada más”, alguien canta.
El hambre oculta es algo muy presente en nuestra condición, en nuestras vidas, y es silenciosa y muy grave: un estudio sobre nutrientes en los alimentos, publicado en la revista Scientific American en 2011, concluyó que hoy tendríamos que comer 8 naranjas para obtener la misma cantidad de Vitamina A que nuestros abuelos obtenían con una sola naranja, porque el agotamiento del suelo ha causado enormes caídas en los niveles de nutrientes en los alimentos. El suelo es más pobre en hierro, en fósforo y a nosotros nos faltan micronutrientes esenciales. Así se revela el porque nos falta concentración, porque nuestro sistema inmunitario es más débil, nuestros crecimiento físico e intelectual es más lento.
Cuando la noche está plena inicia la llamada discusión, como siempre por una idea. Es cuanto ofrece el ser humano, sus ideas. Y todo sigue su camino, la individualidad, y que siempre hay un solo grande escritor. Nadie quiere salir perdedor de este enfrentamiento. El bien y el mal, el blanco y el negro. La dicotomía parece ser eterna, inviolable, irrefrenable, imparable, a falta de adjetivos, nuestra esencia. Existen estos dos mundos que el hombre agarra, hace, deshace, rehace, violenta y obstruye y utiliza, en fin, desarma y destruye. La soledad es otra cosa, el pez rojo nada en el océano de una pecera, disfraza la noche con el día y se duerme como siempre, con los ojos abiertos. El hombre también es otra cosa, viola las leyes de la naturaleza, peca y pide perdón al aire que se disuelve, y disipa el pecado. Comediante de la mediocridad. Relata el tiempo, alguna vez el miedo y siempre el dolor. En su espacio logra alguna vez a contemplar la belleza. Es el canto de un pájaro, el mito de su voluntad orquestada, la armonía, el silencio de sus pausas. Hay un cuerpo que busca ser sujeto en todo esto, y es la libertad. Abstracciones obscenas, cantos vivos permanencia en la tierra desnuda de seres sin cuerpo.
Estamos a pocos días de diciembre, que debía haber sido el décimo mes del año y resulta ser que una reforma al calendario lo volvió el duodécimo. Muchas otras palabras han ido cambiando de sitio, de posición, del significado que originariamente tenían. La palabra que se ha alejado de su étimo es la misma que Heidegger vio, en cuánto casa del ser, como tránsfuga hacia la informática y la cibernética y al servicio de la máquina. Otra forma de ser tekné. Otro lenguaje. Mientras la poesía queda siempre como una emoción exacta.
Maurizio Bagatin, 22 de noviembre 2025
Imagen: Hieronymus Bosch, El campo tiene ojos, el bosque tiene oídos


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