LORENA LEDESMA -.
Como no podía escribir porque las palabras se me llenaban de ira y pronto se transformaban en abismal tristeza, quise volver a dibujar. Tomé un block de hojas blancas, un lápiz Goldfaber y un borrador. Me senté bajo el sol que tras una jornada de lluvias estaba tibio. Mientras el vientito sureste me acariciaba los pies, pensé en un rostro bonito de mujer. Tracé largos cabellos manipulados por una brisa fuerte. La vestí de blanco, la decoré con una sonrisa. Busqué magia en mi cabeza, fantasías de cuentos leídos. Quise ver magia pero no la encontré.
Recordé que una vez soñé con escribir cuentos para chicos pero desistí cuando me di cuenta que tenía la mente demasiado perversa para eso. En mis cuentos habría demasiados monstruos, las princesas no se casarían con su amado, dejaría que los castillos fuesen tomados por asalto por los pobres para reducir las desigualdades, no daría fiestas maravillosas para no presumir, pondría a los magos al servicio del reino para ensayar un comunismo mágico y por lo tanto dejaría de existir la monarquía. Mi cuento sería un desastre total.
Borré los ojitos brillantes de mi niña de papel y le dibujé unas largas pestañas cerradas para que no despierte. No le hice fondo para que todo lo construya con la imaginación y sea feliz. Abandoné el block a un lado del sillón y me abandoné en mis propios sueños. ¿Nada me importa? Sólo quiero que me ame, quiero amarlo.
Imagen: Paulina Lombardo
http://paulilombardo.blogspot.com.ar/
18 Comentarios
Será un delirio lector poder apreciar esos anticuentos de hadas, querida Lorena. Espero que lo concretes. Desde aquí todo mi apoyo y un gran abrazo.
ResponderEliminarDeliciosamente paradójico, Lorena... uno se deja llevar hasta la reflexión de tu sra. madre... quién podría tener eso que llaman objetivos a estas alturas...
ResponderEliminar¿Te parece poco amar y que te amen? ¡¡Y después dices que no eres ambiciosa sin un objetivo claro en la vida!!!
ResponderEliminarCoincido con Jorge, Lorena. El anticuento de hadas es una idea genial y precisa de una mente privilegiada y sensible como la tuya.
Aquí se leerían con gran placer.
Qué complicadas somos las mujeres, Lorena, en tu país, en el mío, en el de las demás. Solemos merodear como el merodeador, en torno a nuestros secretos más íntimos y nos damos de bruces con nosotras mismas.
ResponderEliminarUn beso.
Un relato bello y original como tú Lorena. La desesperanza que se respira en tu relato tendrá se propia redención tras la implantación de ese comunismo mágico. Espero que te decidas a escribir esos cuentos y nos permitas leerlos.
ResponderEliminarUn abrazo mi hermosa doncella.
Mi guapa argentina, al verte recordé una película de Mizoguchi: "Murmullo primaveral de una muñeca de papel".
ResponderEliminarNo botes al tacho de la basura las diversas manifestaciones de tu sensibilidad artística. Al menos déjanos apreciarlo y darte nuestro parecer.
Sus palabras solo me dejan lugar para un GRACIAS que quisiera escribirlo en un tamaño superior a lo que el sistema permite.
ResponderEliminarUn gran abrazo y que tengan un buen fin y comienzo de AÑO.
Sería muy entretenido de leer.
ResponderEliminarSe me antoja mucho leer vuestras historias, seguramente son geniales.
ResponderEliminarBesos querida amiga.
Alberto S.
Aunque no tires ni media línea, sé porque te conozco que hay un universo cálido y lleno de magia en tu interior.
ResponderEliminarUn abrozote !!!!!!
Qué hermosura de relato, Lore.
ResponderEliminarComo dos agujas perfectas apuntando al norte de la medianoche de los sentires rompe-cabezas.
Justo, preciso, poéticamente insondable, oscuramente lumínico.
Inquietante "resemblance" pizarnikeana.
Juro diseminarlo por doquier...
Encantador relato y fantástico blog. Besos y abrazos desde Mar del Palta, Argentina. Mirta Bustamante.
ResponderEliminarAdorable, adorable corazón ¿tiene dueño? Me postulo para ser amado por vos
ResponderEliminarGracias Gabi!!
ResponderEliminarBonito relato pero un poco pesimista, sugiero ponerle pilas a la vida real. Despierte!
ResponderEliminarAmiga Lorena, somos dos: también soy un ocioso sin objetivos claros en la vida y eso no solo lo dice mi madre, sino dos tercios de la gente que me conoce.
ResponderEliminarEl pesimismo es necesario abordarlo porque es realidad y hay que hablar de la realidad.
Bello pesimismo, amiga Lorena.
JP Jiménez
Quiero leer un anticuento de hadas donde no hay hadas ¿ si?
ResponderEliminarun saludo cariñoso desde Chile
Muy buenooo!!!!!!
ResponderEliminar