El apocalipsis tendrá que esperar

LILYMETH MENA -.

Era viernes por la tarde. Mis padres como era costumbre se habían ido al club. No los veríamos hasta mañana temprano o a la hora de la comida. Así que teníamos el resto de la noche y madrugada para hacer lo que quisiéramos. Generalmente extendíamos una vieja colchoneta en toda la sala y nos la pasábamos horas explorando en la selva. De rodillas como los leones, rugiendo y arañando. 

Esa noche, para cuando los leones y panteras estaban agotados, mi hermano Alejandro sacó de su mochila una calculadora digital, muy bonita y moderna para aquel entonces, con un pequeño panel solar.

Los cuatro nos pusimos de rodillas sobre la colchoneta a admirar aquella digitalización del universo. Alejandro habrá tenido unos doce años, Marco once, yo siete y Grecia la más pequeña, tres. Entonces, a mis hermanos se les ocurrió un juego. Haríamos la sencilla operación en la calculadora para saber la edad que cada uno de nosotros tendría en el año 2000.
Un año que nos parecía tan lejano como el mundo prehistórico del centro de la tierra de Julio Verne.
A cada resultado de la calculadora los cuatro nos doblábamos de risa. Grecia, que era muy pequeña, seguramente se reía por imitación, no porque realmente entendiera lo que estábamos haciendo.
Recuerdo muy bien la expresión de Alex cuando dijo: tú vas a tener veinticuatro años. ¡Vas a estar muy vieja!
Obviamente las carcajadas de los cuatro opacaban cualquier comentario. Era un tema recurrente en las películas, en los comics (que en casa jamás faltaron), y en las novelas; el mundo que la gente tenía en su imaginación para ese futuro tan lejano.

 Crecimos viendo películas como Blade Runner, Star Wars, Alien o Robocop, con autos voladores, androides con inteligencia artificial y el apocalipsis inevitable que significaba el deterioro del planeta y la casi extinción humana. Nos mostraban un mundo devastado y un adelanto tecnológico asombroso. 

En los comics, mis favoritos eran Linterna Verde, un hombre que era elemento activo de un escuadrón de guardianes galácticos, y Spiderman, un hombre que sufrió una mutación a causa de una picadura de araña genéticamente modificada. Todas estas cosas estaban muy fuera de la realidad, pero muchos pensábamos que serían posibles para el 2000. Las películas futuristas siempre marcaban ese año y los subsecuentes como el inicio de una nueva era para la humanidad.
Definitivamente el hombre ha dado pasos muy grandes en poco tiempo. Hoy en día están al alcance de cualquier persona cosas que antes sólo estaban en nuestra imaginación. Pero qué lejos seguimos estando de los autos suspendidos en el aire, atraídos por la fuerza magnética del núcleo terrestre.  Ahora sé que a los veinticuatro años nadie es viejo y que viviendo en el 2011 todavía no tenemos héroes mutantes ni guardianes galácticos.
Me temo que los cineastas, escritores y genios creativos, tendrán que correr la fecha del apocalipsis, porque a pesar de los esfuerzos de los científicos e ingenieros, no hemos avanzado tan pronto como soñábamos. Aunque al paso que vamos, nuestra extinción es quizá lo que queda menos lejano.

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9 Comentarios

  1. Carlos M. Castro25/1/11

    La humanidad que forma parte de la Tierra parece desentenderse de la naturaleza a la que esta integrada. La extinción humana como bien dices, ahora no parece tan lejana, tanto que ciertas profecías, científicos y otros que pregonan cambios drásticos en nuestro mundo, la ubican en fechas cercanas como 2012 , 2020 o 2040. Podrá nuestra especie crecer mas humanamente?
    Como siempre, me sigues sorprendiendo con la belleza de tus palabras.

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  2. La verdad es que los coches no vuelan, pero sin duda el tema de la Inteligencia Artificial sí que ha avanzado hasta niveles que, en mi infancia, eran de absoluta ciencia ficción. Ahí tienes a los humanoides creados por los japoneses, no sólo ASIMO, sino como AIKO, casi perfecta.
    Te dejo el enlace para que lo compruebes.
    http://www.youtube.com/watch?v=MY8-sJS0W1I
    Un abrazo.

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  3. Querido Jesús, no dudo de los adelantos tecnológicos.
    Pero el tipo de inteligencia artificial al que yo me refería, no era a esta que me muestras.
    Mas bien me refería a aquel androide que puede pasar desapercibido en una multitud, al que llora por que envidia a los humanos (puff¡ como si tuviésemos algo envidiable), al que se lamenta por no poder vivir mas de cuatro años. Al que sufre por que los humanos viven en guerra constante y no entiende por que. Al que no necesita direcciones sino que por si solo sabe lo que quiere. Al que le duele que el humano esté terminando con el planeta.
    Como por ejemplo en Blade runner.
    De eso todavía estamos muy pero muy lejos.
    Espero entiendas a lo que me refiero, Besos.

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  4. Llegamos a ese futuro, lo pisoteamos y seguimos adelante. Esa impresión que transcribes la esperé en su momento con toda mi ilusión infantil y adolescente. Recuerdo que antes de las explosiones de los transbordadores norteamericanos parecía que todo iba viento en popa hacia ese objetivo.

    Sin embargo, cuando llegó el momento esperado miré hacia atrás y hacia el lado y volví a comprobar que casi todo seguía igual, que al menos en nuestro país un tercio de la población no tenía ni siquiera lo mínimo para alimentarse diariamente, y todo indicaba que las condicones empeorarían como ha seguido sucediendo. El futuro se estrelló contra el frío cemento. Sin embargo, en lugar de los autos fantásticos, los viajes interestelares y los edificios sobre las nubes, nos llegaron ciertas maravillas tecnológicas al alcance de muchas personas. No podía ser todo tan malo.

    Un abrazo, Lilymeth. Excelente historia.

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  5. Woody Allen en una de sus películas comentaba que desde que supo que el universo se encontraba en expansión, perdió las ganas de hacer cualquier cosa... tu emotivo texto, Lilymeth, me hizo recordar esta sabia máxima de nuestro judío neoyorquino y neurótico...

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  6. Muy divertido. Nos engañaron a todos las peliculas de ciencia ficción. El 2000 llegó sin pena ni gloria, con más problemas de lo hubiesemos deceado.
    Saludos. Me gustó mucho.

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  7. Qué tema Lilymeth, de verdad que me siento estafada por este siglo XXI. Para estas alturas esperaba poder comprarme el auto del Dr. Brown de Back to the Future, pero me tendré que conformar con uno con aire acondicionado que no podré usar muy seguido por la escases de combustibles.

    Ciertamente muchas cosas han cambiado y se han desarrollado un gran cantidad de aparatos que nos acompañan, nos ayudan, nos entretienen y también nos complican la vida, pero no se ha superado el nivel que alcanzaron nuestras fantasías y la de los escritores o guionistas.. Quiero ver el futuro anunciado y el apocalipsis también! Un ex presidente nos había prometido para el 2010 viajes supersónicos interprovinciales.. Eso también lo quiero ver.

    De no mediar una tragedia inesperada o aburrirme mucho de la vida, me queda tiempo y seguiré esperando ..

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  8. Más que avanzar, retrocedimos, Lilymeth.
    Un placer volver a leerla.

    Saludos

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  9. Me gustaba Robocop y Blade Runner. Hoy estamos como estamos.

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