JESÚS CHAMALI -.
Todos los folletos turísticos nos presentan a las Islas Canarias como un paraíso donde vivir es un privilegio, donde el clima es algo tan excepcional que cada isla es un continente en miniatura, donde la gente es tan amable y dulce en su trato que enamorarse de ella es casi inevitable, donde no ser feliz es prácticamente un síntoma de locura o de enfermedad.
Puede que fuera así.
O puede que lo sea aún en cierta medida y ciertos momentos. Pero hay una realidad que está ahí y que la prensa oficial -sobre todo la estatal- la televisión, y desde luego el partido caciquil pseudo nacionalista (pero que en realidad no pasa de ser un lobby económico y empresarial) que nos mal gobierna -muchas veces a base de pactos con el PSOE o el PP, los dos grandes partidos nacionales- jamás querrán que trascienda, es otra bien distinta.
Esa realidad es que, por ejemplo, en el informe PISA 2009, o sea, el Informe Internacional de Evaluación de Estudiantes, los alumnos de la comunidad autónoma canaria quedaron en el último lugar de todas las autonomías españolas en comprensión lectora, en competencia científica y en competencia matemática, sólo por detrás en estas dos últimas de dos ciudades autónomas, (no dos autonomías) Ceuta y Melilla. Es decir, el nivel educativo de Canarias, a una enorme diferencia de la media nacional, en vez de crear jóvenes preparados para enfrentarse a un futuro laborar cada vez más competitivo, crea mano de obra sin cualificar, o sea, paro y más paro, pese a que el ínclito presidente canario presuma de que es la autonomía donde baja el desempleo.
Sí, claro, a base de que los organismos oficiales: Cabildos y Ayuntamientos, contraten a parados de larga duración durante seis meses (sobre todo en los meses previos a las elecciones) para retocar calles, limpiar parques, pasamanos de paseos, etc.
O se contraten camareros que tengan un contrato de media jornada, trabajen jornada y media, y cobren un salario de tres cuartos de jornada, pero el patrón te dice que es eso o nada, y como la mayor parte de la gente lo que tiene es nada, coges eso y callas.
Otro dato.
La Cruz Roja en la Provincia de Las Palmas repartirá este año unas 2.000 toneladas de alimentos entre unas 20.000 familias que carecen de cualquier recurso. El año pasado fueron 12.000 las familias que precisaron esa ayuda. Esta mayor demanda, un 60% más, se debe al impacto terrible de la crisis económica y del paro en estas islas y al aumento creciente del número de familias donde todos los miembros están en el desempleo y sin recursos.
Un dato más.
Un 12% de los demandantes nuevos de ayuda eran en los años 2009 y 2010 colaboradores de Cruz Roja con sus aportaciones mensuales de 30 o de 50.-€ o con aportaciones de ayuda alimentaria para compartir con otros necesitados, y ahora son ellos los que precisan esa ayuda.
Canarias tiene sin duda hermosos paisajes, y su clima es excelente, pero carece de algo imprescindible: políticos que se dejen de mirar el ombligo, se olviden de SUS intereses personales (ni siquiera los de sus partidos) y se vayan de una puñetera vez a sus retiros dorados o se remanguen la camisa y se pongan a hacer lo que se desgañitan diciendo que harán: trabajar por y para nosotros, el pueblo.
5 Comentarios
Un texto furioso y con causa que permita una lectura más furiosa y con más causa todavía. Por momentos parecía tratarse de Chile, amigo. Una y otra vez volvemos a las mismas rabias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Concuerdo con el sr. Rodríguez, triste realidad que toca de cerca a nuestro bello Chile.
ResponderEliminarPues sí, una realidad muy parecida a la de Chile y seguro que a la de muchos otros países, pero como le hacemos para que esas realidades verdaderamente importantes sean las que convoquen la mirada y el afán de los que tienen el poder de hacer un cambio?, nos tendremos que quedar con la rabia?, no me apetece....
ResponderEliminarMe hizo pensar en las grandes convenciones de empresarios turísticos y representantes gubernamentales, donde el diálogo se delimita en una dimensión tan surrealistamente edulcorada que ya se lo quisiera un cuento de hadas.
ResponderEliminarCanarias por acá se conoce a través de una bipolaridad de imágenes: por un lado están las playas paradisíacas, los deportes náuticos, la cantidad de ricos extravagantes, las carreteras impecables imponiéndose al escabroso relieve, los villorrios blancos, el sol permanente, las construcciones fastuosas y el alto nivel de vida, y por otro lado, la enorme cantidad de inmigrantes africanos y latinos que se desplazan o se intentan desplazar hacia ese lugar en busca de mejores perspectivas de vida.
Es extraño que en un lugar así se haya descuidado tanto la educación pública. Hay evidentemente responsabilidad política, pero también deben existir causas relacionadas con el tipo de sociedad que allí convive.
En los lugares donde hay muchos ricos, también suelen haber muchos pobres que les limpien sus excusados, les saquen la basura y les críen sus hijos. Es decir, dos sociedades que se necesitan pero que no viven unidas, estableciendo una especie de permanente apartheid. Ciertamente que son los más pobres, como sucede en casi todos los países, los que envían a sus hijos a las escuelas públicas, y es a ellos a los que se les evalúa en estos exámenes. Niños y jóvenes pobres que normalmente se crían solos y a la deriva, mientras sus padres deben estar de sol a sol sirviéndoles al puterío rico.
Po otro lado, y dada la ubicación geográfica y la cantidad de dinero y bienes que se mueven a través de ese archipiélago, no podemos descartar la presencia muy estable de casi todas las mafias del mundo jugando sus propios dados.
Es muy necesario este tipo de ejercicio, amigo Jesús. Mostrarle al resto del mundo, e incluso contribuir a abrirles los ojos a los propios ciudadanos de vuestro territorio, la otra cara de la medalla.
Un gran abrazo
Jorge Muzam
No hay fin de semana largo, es decir ampliado por un feridado preprogramado, en que mi pobre ciudad no vea su capacidad hotelera desbordada. A pesar de no contar con atractivos turísticos de peso, ser ciudad de paso para arrivar a las maravillosas Cataratas del Iguazú en la vecina provincia de Misiones, basta para subrir los silenciosos efectos de el desarrollo turístico no planificado. Sucede que por estos lados nada se hace a conciencia, todo se da y se improvisa sobre la marcha. De este modo, desde que el dolar bajo y el país pasó a ser un lugar para pasar una vacaciones largas recorriendo los más diversos paisajes nos movemos en función de las necesidades de los visitantes. Convertirse en un paraiso y disimular toda carencia forma parte fundamental de esta necesidad. Causa tremenda indignación ver las campañas nacionales de promoción turística, da bronca sentirse desoido o parte de un circo para otros. Al cabo de un tiempo uno acaba sintiendo que es parte de una obra de teatro mediocre...
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