Bello

JUAN PABLO JIMÉNEZ -.

“Nuevo es este cielo

Es nuevo para mí”

Fito

Bello es un recuerdo, una foto. Conversar entre todos en la casa de la abuela cuando se ha cortado la luz. Con velas.

Bello es ser un mamón culiado que a los 38 años tu madre te pone en su pecho y te acaricia el pelo porque ya no sostienes la pena.

Bello es escuchar a tu padre cómo hace recuerdos de infancia. Mirar a tu sobrino recién nacido. Escuchar a Camila que te dice que sus juguetes son seres vivos que viven en su habitación.

Bello es ver a tu hermana vestida de grande y orgullosa por su trabajo y por ende orgulloso yo. Escuchar a tu hermano feliz al otro lado del celular a los 30 y tantos como los niños que éramos ayer.


Bello es encontrarse cien pesos en el bolsillo, darle una moneda con el corazón a un borracho, encontrarse en el cine con un viejo amigo.

Bello es perdonar a un ser humano. Darle un pan a un perro tiñoso. Levantarse con esperanza una mañana cualquiera.

Bello es encontrar una carta olvidada en el velador, saludar al vecino por la mañana, encontrar un sentido a la vida aunque ya nada parezca tener sentido.

Bello es alegrarse con la alegría de un ser querido. Emocionarse con cosas simples. Tomar un vino con un amigo en un sueño. Decirle adiós con serenidad a un amigo que se murió, sin llantos.

Bello es tener una ilusión, esperar lo mejor del otro. No perder las esperanzas. Seguir soñando aunque crean que eres loco o un pendejo hijo de puta sin futuro.

Bello es leer la mirada de un niño. Encontrar la esencia en un juguete. Llenarse de vida al poner el pie en la bajada de cama. Hacerle el amor a la mujer que te ha transformado la historia.

Bella es la sonrisa de ella. Verla entrar al trabajo. Besarle los pies cuando los tiene fríos. Bello es verla desnuda, recorrerle la espalda con los labios. Verla despertar en la mañana. Llevarle un plato con comida al almuerzo de cualquier día en cualquier lugar del Universo. Bellos son sus pechos pequeños, su vientre que anidará vida. Su pecho donde he encontrado la paz necesaria.

Bello es esperar lo mejor de hasta el más grande concha de su madre. Bello es perdonar, acariciar un perro fiel, reírse hasta las seis de la mañana fumando marihuana con alguien a quien amas.

Bello es volver a creer, volver a sentir. Volver a encontrar un sentido. Una banca en la plaza. La casona de infancia destruida por el paso del tiempo.

Bello es volver a creer. A levantarse. Salir de en medio de las cenizas. De la mierda. Volver a encontrar un sentido cuando creíste que todo estaba absolutamente perdido.

Bello es creer que Gustavo Cerati despertará.

Bello es sentir que con ella seré feliz. Que podré perpetuarme.

Bello es leer un libro de infancia, reencontrarse con una película de adolescencia. Decirle a alguien gracias por todo.

Bello es visitar un recuerdo y sentir ello como una parte importante de nuestra vida. Bello es que ella te diga que te ama y que siempre te acompañará en los momentos claves de tu vida. Y más bello aún es sentir que quieres acompañarla a ella en los momentos también claves de su vida.

Bello es ¡correr! a los brazos de alguien. Soñar con un ser amado que se murió. Ver fotografías donde se ha detenido la felicidad. Desenterrar un soldado que habíamos enterrado en el patio cuando teníamos once años.

Bello es esto. Es sentirse vivo. Es salir de las penas. Es amar. Es haber hecho el amor anoche con la mujer que te traspasa el alma a través de sus pechos, su vagina y sus fluidos.

Bello es sentir que todo esto tiene sentido. Que mañana será mejor.

Bello es simplemente comerse un turrón en un parque un día sábado al atardecer en verano, soñando ver jugar a tu hija con la mujer que amas.