Por Luisa De Rokha
HASTA TENTAR EL BORDE DEL ABISMO,
LA ELIPSIS NO SE CIERRA CON EL RETORNO.
LA ESPIRAL AVANZA GIRANDO.
EXILIO.
HAY ALGO EN SU SILUETA, QUE NO CALZA EN EL HUECO DE SU AUSENCIA.
EN LA MULTITUD, SU ROSTRO ABOMINABLE SE PERFILA.
EN LA MITAD EXPUESTA A LA LUZ, OJO FRONTAL, FRANCO, HÚMEDO.
EN LA OSCURA MITAD RESTANTE, LA MIRADA FRÍA DEL OTRO OJO,
OBSERVA INEXORABLE.
VORAZ, VERTIGINOSA, DILATADA, ATROZMENTE LA PUPILA.
EN LAS DOS PUERTAS DE MI HABITACIÓN,
SE CRUZAN SU SILUETA Y SU SOMBRA.
7 Comentarios
Dualidad, dos puertas, luz y sombra, silueta y silueta.
ResponderEliminarPesadillesco.
Saludos
Raúl
Un poema que cruza el umbral comprensivo de la existencia.
ResponderEliminarUn abrazo enorme mi querida Luisa.
Lo leo una y otra vez, en mi mente tejo el argumento de una peliculas y meto este poema como descripción de una escena intensa que pronto se volverá trágica. Juego con ella, me gusta y te admiro, me seduce en cada línea y eso me desborda la imaginación.
ResponderEliminarGenial! Un abrazo enorme!
Desprecio, desesperación. Me gustó cómo lo despliega. Sublime, la felicito.
ResponderEliminarEspero no equivocarme con mi lectura de su poema, pero siento que se refiere a la dificultad de llenar el vacío que dejan las personas amadas.
ResponderEliminarSi he errado, vayan mis disculpas.
Mis respetos y saludos fraternales.
Un poema enigmático muy magnético. Me fascinó. Mejor no desentrañarlo, mejor disfrutarlo.
ResponderEliminarUn párpado que, asustado, cierra el telón para no ver el desfile de sombras. Al reabrir el telón la obra de la siniestra nostalgia prosigue.
ResponderEliminarSaludos