Hugo Chávez. La patria en el corazón

CONCHA PELAYO -.

Hacía mucho tiempo que las campañas electorales me pasaban desapercibidas. Dejaron de tener interés para mí. Tanto las que se han celebrado fuera de España como las que se desarrollan aquí. Aún viviendo en la dictadura franquista no supe de ella, casi, hasta cuando España estaba en democracia. Entonces tomé conciencia de lo que había sido el exilio para muchos españoles al tiempo que celebraba y me congratulaba con los nuevos aires que se respiraban en nuestro país. Pero fueron pasando gobierno tras gobierno, partido tras partido,  mientras  mi desilusión, desencanto y en algunos momentos desesperación, hicieron que mi desafección por las formas de gobierno occidentales fueran haciendo  tanta mella en mi ánimo que no he vuelto a votar a nadie, ni siquiera, he aparecido por ningún colegio electoral para demostrar con esa actitud mi absoluto desprecio por la clase política.

Las elecciones de Venezuela, oh milagro, han despertado en mí la ilusión y vivo el momento con un interés desacostumbrado. Podría decir que no sabría a qué se debe este cambio pero mi reciente estancia en Venezuela me ha descubierto que se puede gobernar, simplemente, trabajando por un pueblo que estaba en la miseria y se intenta que salga de ella. Hoy mismo veo las televisiones del  mundo donde se dice que el petróleo se regala a los venezolanos y que si ganara Capriles este "chollo" se acabaría para ellos. Es decir, muchos venezolanos volverían a las épocas donde sus propias riquezas serían explotadas por gobiernos ampones que no buscan sino apropiarse de lo que no les pertenece, con la connivencia de los gobernantes de turno a los que les es indiferente la situación de miseria por la que pasan muchos pueblos de América Latina.

Hoy vibra Venezuela y yo con los venezolanos.