Por Fabiana Alonso
Están los que explican todo, están los que no dicen nada y una tiene que imaginar, están los miserables de siempre y los nuevos miserables, están los que se arriesgan hasta cuando duermen y están los que crujen como engranajes viejos.
No es bueno reducirse a ser una bola de papel en cualquier momento en un par de segundos, tener piedad por uno mismo es el sol del horizonte. Amanece todos los días: que las bestias de clases aceleradas se refresquen en otros estanques.
3 Comentarios
Los miserables y los miserables, una palabra con dos significados casi antagónicos. Los nuevos miserables, la mayoría. Los miserables de la política y el arte.
ResponderEliminarLos estanques están plagados de alimañas. Hay que recurrir a duchas solares detrás de los últimos bosques vírgenes.
Un abrazo, Fabiana.
Compacto y preciso. Aunque quedé pensando en qué se arriesga cuando se duerme.
ResponderEliminarSaludos
El horizon de nadie es de todos. Así funciona la vida.
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