/ Del Atlas Desmemoriado del Partido de Lanús
Entre los muchos seres mitológicos que decoran la historia lanusense, hay uno en particular que no es originario de Lanús pero que – merced a la penetración cultural de otros lugares más extranjerizantes como, por ejemplo, Banfield - se ha instalado en la cultura popular.
Es el caso de Papá Noel, alias Santa Claus o alias ¨el tío Raúl que se caga de calor con esa ropa roja y huele a vino barato¨.
Se trata de un personaje dadivoso, que en cada nochebuena recorre el mundo entero con su trineo y sus renos repartiendo regalos entre todos los niños del orbe.
Sin embargo en Lanús contaba con algunos detractores. Los más radicalizados eran los miembros de la Asociación ¨El Gordo se la come¨, cuya sola finalidad era la de promover el descrédito del famoso personaje navideño.
Su fundador, Aquiles Céptico, declaró alguna vez ante un medio local:
¨Papá Noel es un Fraude! Durante décadas le he pedido que me trajera a la vecina que baldeaba la vereda en traje de baño y nunca cumplió mi módico pedido. Durante toda mi existencia reemplazó mi regalo soñado por modestos pañuelos, calzoncillos y medias. La única vez que recibí algo más o menos decente fue cuando (seguramente por error) encontré en mi árbol navideño una Botella de Mistela Crotta que realmente reconfortó a mi exigente paladar.¨
Otro de los miembros de la Asociación, el Licenciado Rodrigo Norrea, fue mucho más allá:
¨Papá Noel es discriminador por naturaleza. ¿Cómo explicar entonces que los niños pobres (en el mejor de los casos) reciben menos regalos y de mucho menor valor? Sin dudas esto ocurre porque Papá Noel, Santa Claus o cómo mierda se llame, responde a las clases poderosas a las que debe representar como símbolo inequívoco del imperialismo ¨
Quien no era miembro de aquella asociación, pero alguna vez contó sus prematuros desengaños con la figura de Papá Noel, fue el Poeta Edmundo Morales, que en su ensayo ¨No hay peor asesino que el que mata una ilusión¨ contaba cómo se había desilusionado repentinamente:
¨ (…) No debí haber entrado al cuarto de mis padres. Aquella fue una pésima idea, pero vaya a saber qué impulso me llevo a ingresar a un cuarto que me estaba vedado en cada Nochebuena. Y entré. Allí fue que vi a mi padre extrayendo los regalos que tenía escondidos debajo del colchón…No pude contener algunas lágrimas y unas palabras llenas de rencor:
- Oh, Padre! Con que así son las cosas…
- Espera, hijo! Déjame explicarte…
- Nada hay para explicar, oh, padre! Me has engañado…
- No, hijo…he alimentado en ti la ilusión!
- ¡Calla, padre! Calla! Todo ha sido un burdo engaño!..¡ Ay!.. ¡ toda esta ilusión!.. Horas escribiendo cartas a un personaje imaginario…Horas enteras esperando ansiosamente a que diera la medianoche! ..¿ Acaso no lo entiendes, Padre? …¡ Veintiocho años engañándome y tú quieres que te perdone!
Pero más allá de las cavilaciones de Morales, hubo una noche que será recordada por cientos de ciudadanos lanusenses que se quedaron sin regalos un 25 de Diciembre de 1978.
Aquella noche Papá Noel hacía su fugaz recorrida cerca de Monte Chingolo, una localidad que es como una hija no muy reconocida del Partido de Lanús.
Dicen que cuando intentaba ingresar a una muy modesta casilla a dejar apenas un trompo y unos caramelos para 5 hermanitos, fue interceptado por una horda de nativos ¨Comechingolos¨ que, luego de despojarlo de los regalos que llevaba en su bolsa, lo condujo hasta una ciénaga infecta donde los aborígenes consumaban sus sacrificios en honor a su Dios ¨ Tolas-pi ¨.
Allí –conforme a las costumbres milenarias de la tribu– Papá Noel fue sometido a un rito de escarmiento consistente en ser sodomizado por decena de nativos luego de la brutal e inaugural intervención del líder "Chingüeté PIJÚ¨, cuyo nombre significa más o menos ¨El que la tiene ASÍ…¨.
Alguno de sus renos logró escapar, pero los otros fueron ingeridos por los nativos.
Algunos dicen que en los años venideros Papá Noel pasaba por allí munido de una pistola Ballester Molina, pero la realidad es que ya nunca más pasó por aquellos arrabales.
Tampoco hacía falta.
Sus míseros (y a veces nulos) regalos a la indigente población de aquel lugar no hacían otra cosa que generar mayores resentimientos.
Y como –al decir de Mujica– ¨en el fondo no está la raíz sino lo arrancado¨, los niños de aquellos parajes dejaron de creer en Papá Noel.
Eviten los lectores cierto gesto de complicidad con aquellos que abrazan la idea de creer sólo en lo palpable. No es ésta una crónica que aliente al escepticismo.
No pretendemos tanto.
Y decimos esto mientras empezamos a juntar pastito y agua para los camellos de los Reyes Magos.
Claro! Si es que pasan por Lanús.
Sabido es que el personal de la comisaría 8va. no tiene la misma inocente mirada y el año pasado los había retenido por averiguación de antecedentes y presunta asociación ilícita.
Pero a lo mejor pasan.
Espero que la ansiedad me deje dormir.
Fotografía: Andrew Lucas
7 Comentarios
Los Comechingolos vengaron a los niños haitianos y somalíes que ven pasar a Papá Noel de largo.
ResponderEliminarBesitos
Si en Monte Chingolo no perdonan ni a Papá Noel, qué nos espera al resto.
ResponderEliminarEl Atlas Desmemoriado cada día nos sorprende con nuevas apretujadas del destino.
Y qué mejor forma de dejar registro de esta patada en el trasero a uno de los mitos fundacionales de la Coca Cola.
Notable como siempre, amigo Edu.
Que duda tan grande me ha quedado amigo Eduardo, ¿seguirá existiendo o no, el tal personaje después de su paso por Monte Chingolo?
ResponderEliminarSaludos
DULCE SOFÍA: NO creo que los Comechingolos abrigaran criterio de justicia alguno. Sólo saciaron su instinto y sus celebraciones.
ResponderEliminarJORGE: Muchas gracias! Pero lo que ocurrió en el trasero de Papá Noel no fue precisamente una patada.
LUIS: Sigue existiendo! Pero no pasa ni cerca de aquel paraje. Tampoco es necesario.
Los abrazo a todos afectuosamente.
Por culpa de su indiscreción, Papá Noel no volverá a pasar por sudamérica, Eduardo.
ResponderEliminarBuenísimo
Estupendo che,28 años engañándome y tu quieres que te perdone,si que es duro.
ResponderEliminarEstupendo che,28 años engañándome y tu quieres que te perdone,si que es duro.
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