PABLO CINGOLANI -.
que lo extraño tanto.
La voz no rompe el silencio: lo rediseña y lo configura de nuevo. Esa es la magia de la música; así es como comulgan el altiplano con David Lebon: es silencio absoluto + dame algo para resistir, dame música. No estés sola en esta lluvia, no te entregues por favor, canta el Daivis mientras todo el silencio del mundo va en la misma dirección: hacia Oruro, hacia el destino, hacia la nada.
Uno nunca sabe hacia dónde va. Uno se va convenciendo que sabe hacia dónde va. Esa es la vida, ese es el camino. Esa es la manera de esquivarle a la muerte, porque la muerte está ahí. Uno no sabe, pero de tanto ir, uno va aprendiendo. Uno la va oliendo, uno la va sintiendo. La muerte es la negación del camino, es no saber a dónde ir. Por eso, sólo por eso, uno va cruzando el altiplano escuchando a David Lebon: porque no quiere confundirse.
Uno, andando por ahí, la puede tener difícil y no saber qué es la vida y que otra cosa es la muerte. ¿Ustedes que se creen, que es así de fácil? Hay que estar allí, hay que estar en el medio de la noche del altiplano y saber que uno está ahí, en el medio de la nada, en el medio del espacio-tiempo que es la noche, que es la noche en el medio del altiplano, donde se te aparecen todos los/tus fantasmas.
Karisiri no me comás
Tomás Katari, yo no te asesiné
Bartolina, la vida es tuya
Bartolina, la vida es mía
Julián, Julián, ¿por donde andás?
Ahhhhhh!!!!!!!!!!! Uhhhhhh!!!! Ahí te das cuenta –si te complacen el sol y la luna- que esa tierra que parece tan desierta, que la ves tan desolada, está poblada, está habitada desde siempre. Ahí te das cuenta que la única salvación, la única redención posible, aunque sea de momento, es la voz de David Lebon: es la voz del que canta porque es la voz del que conjura, es la voz del que te sana. Es sólo el altiplano, pero me gusta. It´s only rock and roll pero también me gusta. Por eso, simplemente por eso, insisto.
1 Comentarios
"mientras todo el silencio del mundo va en la misma dirección..."
ResponderEliminarUn abrazo fraterno, querido amigo.