CLAUDIO RODRÍGUEZ MORALES -.
Rescatado de un casting caótico previo a una filmación también caótica. Un director a punto de ser despedido por los productores y aún así capaz de detectar el talento de un veterano actor de teatro dispuesto a darle vida a un secundario entrañable: Salvatore Tessio, capo de Brooklyn del padrino Vito Corleone. Sus apariciones en la pantalla, contadas y breves, se graban a fuego. En conjunto, se vuelven contradictorias y hasta dolientes. Bailando con una pequeña sobre sus pies en el matrimonio de la hija del Don. Lanzando al aire una naranja como jugueteando con la maldición. Velando por la seguridad del hijo del Don para que pueda aniquilar a un mafioso entrometido y a su guardaespaldas -un policía corrupto-, mientras cenan en un restaurante y huir con presteza. Manifestando diplomáticamente su disconformidad por las decisiones del nuevo jefe de familia, el mismo hijo del Don, a quien hasta hace un par de años consideraba casi un sobrino. Pactando secretamente con el enemigo, en pleno funeral de su padrino, una propuesta inteligente en contra de los suyos. Finalmente, ya descubierto, pidiendo ayuda al Consiglieri para salvar su vida con la calma de todo hombre de honor. Como era de esperarse, éste se la niega y Tessio acepta resignado las consecuencias de su traición. (Abe Vegoda, 1921 - 2016)
3 Comentarios
Cómo olvidar a Tessio. Textazo justiciero, amigazo.
ResponderEliminarmuy bueno, este es el Claudio que me gusta leer
ResponderEliminarExcelente homenaje a Tessio. Un relato en 3D.
ResponderEliminarUn abrazo