Miguel Sánchez-Ostiz
A quién le cuentas que aborreces las presentaciones de libros a la prensa del pueblón, ese acto cansino y antipático, rutinario, aburrido; que es algo para ti por completo inútil; que no se trata de encontrar lectores, sino de hacer ruido, algo, un poco, una especie de numerito publicitario baratejo, de vendedor callejero y cansalmas.
A quién le cuentas que hay una edad para todo y que esa de hacer el mico en escena ya pasó, ya es patética, para repetir lo mil veces dicho ante gente a la que le importa un carajo lo que digas y que escribe lo que le viene en gana dejándote las más de las veces en riduclo poniendo en tu boca necedades. Es inútil protestar, reclamar, rectificar... Por un periodista informado que se ha tomado la molestia de leer tu libro, te encuentras una docena que ni te han leído ni te van a leer ni les gustas.... y hasta te lo dicen con desparpajo. Rutina, desgana... La gente del pueblón ya se entera de que ha salido un libro nuevo, ya lo ha visto, ya sabe, los demás, ¿para qué? Imagen gastada, más que gastada, la tuya después de muchos años de publicar en un ciudad a la que no tuviste que regresar jamás. Ruido. Inútil.
*Publicado originalmente en Vivir de buena gana (2/12/2017)
*Publicado originalmente en Vivir de buena gana (2/12/2017)
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