Casi puedo decir que no he dejado nunca esta biblioteca, pero ahora saldré al fin, a recorrer la tierra que sólo he recorrido en los mapas.
Borges: El informe de Brodie
La historia será siempre coto absurdo de la insensatez, el desasosiego, ese drama inasible que se devora razones y vidas, que se atraganta con pasiones y miedos, que no descansa nunca porque lo suyo es avanzar, nunca detenerse, pisarse a sí misma, acaso repetirse, la farsa, la tragedia, la tragedia o la farsa, es lo mismo, da igual
La historia que te asfixia, te demuele, te angustia: la historia que no te deja ver el horizonte aunque creas tocarlo con las manos porque está escrito, ¿acaso no es verdad lo que dicen los libros? ¿Acaso no los amamos a ellos tan sobrios, tan bellos y tan bien encuadernados?
Te diré algo que acaso intuyes y si no lo sientes, deberías buscarlo: si un libro no sirve para iluminarte y salir a buscar sus verdades afuera, no sirve, o no sirve el libro o el que no sirve eres vos
No hay torre de marfil que valga la pena, no hay literatura que cuente sino te devuelve a la calle, al barro, a las montañas, a la fragua, a la lucha
Si no te arroja de frente al dolor, a la sangre, a la tristeza, para que la enfrentes
Si no te da miedo de que la amenaza suceda
Si no te incita a derretir todos los hielos de la incertidumbre y encontrar una verdad tan evidente que te queme, o te incinere, vos sabrás
Deja ya de leerte
Vete, vete de una vez, a buscar esa verdad, tu verdad, caiga quien caiga, cueste lo que cueste
Recuerda que tú también morirás
Esa es la verdad
Esa la única verdad que vale la pena honrar
Celebrándola, conjurándola, viviéndola.
Pablo Cingolani
Antaqawa, 9 de enero de 2019
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