Miguel Sánchez-Ostiz
* «¡La Biblia ha vuelto a Palacio!», exclama la presidenta de facto boliviana... Malo, con que dentro del Palacio Quemado estén la Constitución y las leyes, basta y sobra.
* Es la «Justicia Divina» lo que dice uno de los golpistas más activo que le mueve a actuar... peor.
*En Bolivia, como en todas partes, golpes son los que dan tus enemigos, lo tuyo es siempre movimientos de salvación de la patria.
* Sedicioso es el que no se suma a los golpes: justicia al revés (España, 1936).
* La expresión «ir de cacería» referida a enemigos políticos revela un auténtico ánimo de reconciliación nacional.
* Amenazar al mensajero con enchiquerarlo si se aparta de la verdad oficial sirve para sentar las bases de la libertad de expresión e información.
* No es necesario aportar pruebas de lo que se dice cuando se trata de mostrar lo que el público quiere ver o de reforzar aquello en lo que ya está convencido y quiere oír... En otros momentos eso mismo se llama echar bencina a la hoguera.
* En Bolivia, tierra de fraternidad y de mucho hermano y hermanito, Caín también anda suelto: «¡Sé mi hermano o te mato!», decía Chamfort.
* Mientras tratemos entre miembros de nuestra propia clase, no somos clasistas, porque nadie sospechoso escucha nuestras burlas y desprecios.
* Racismo, racismo...eso es siempre cosa del otro, de blanco, del indio, del negro, del cholo... las fraternales expresiones indioemierda o choloemierda están reservadas a tenidas entre iguales o a desprecios de arriba a abajo.
* No hay indecencia o crueldad que no se haga virtud gracias a los aplausos del público.
* Lo decía un amigo: los doberman no están obligados a estarte agradecidos por muy bien que les des de comer.
* Sugerir: en Bolivia significa algo muy distinto a lo que por aquí se entiende. Basta leer los anuncios que se publican en prensa a la caza de morosos o estafadores.
*** Sobre la imagen, de Juan Quisbert, tengo que decir que o mucho me equivoco o ese edificio histórico nunca tuvo que derribarse.
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