Excavas en la inmensidad de tu esperanza.
Encuentras las huellas, las marcas, la veta donde anidan todas las ilusiones.
La llama que adentro flama con fe y las nutre, las ampara.
Penetras más profundo aún, vas de cacería: dragas entre la arena de tus sueños.
Atrapas uno que te cautiva, inspirador, radiante, bello.
Un sueño que diezma a la tristeza, uno que cerca al dolor, uno que te incita.
Lo ves bien, con luz de faro: son tus heridas, que ya se curan, que cicatrizan.
Pablo Cingolani
Desde algún lugar, 16 de junio de 2020
0 Comentarios