Corea del Norte, el retrete y Henry Miller

País kafkiano, ominoso estado-lager… el Jurassic Park comunista nos conduce a todos, o a casi todos, al retrete, nada de confortable para un país asiático; en Japón, Junichiro Tanizaki así lo describía: “Un pabellón de té es un lugar encantador, lo admito, pero lo que sí está verdaderamente concebido para la paz del espíritu son los retretes de estilo japonés.” Un viejo de mi pueblo decía que un hombre no es libre si no puede ir al baño y leer sin ser disturbado. Varias obras se escribieron sobre papel higiénico durante alguna sesión, y todos los que sufrimos del “morbo de Gutenberg” algún día hemos pasado horas felices en el lugar que no parece precisamente apto para la reverencia. También Henry Miller no lo elogiaba (aunque con su provocadora ironía escribió una breve joya: Leer en el retrete), pero yo me lo veo entrar silenciosamente, a escondida de Anais Nin, con bajo el brazo un libro de Balzac, un rollo de papel higiénico y luego salir como del vientre de una ballena.

Maurizio Bagatin, Junio 2017

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