La máscara


Todas las vidas deberían ser narradas. Todas las máscaras desveladas y desnudadas. Máscaras que quiso reconocer el escritor. Como no pensar en la persistencia de García Márquez en frecuentar a Fidel Castro, la atracción del poder, el lograr verlo de cerca, conocer a sus beneficiarios, saborear, oler y tocar esta condición, esta irresistible tentación.

“El termino persona deriva del latín persònam, el cual deriva del etrusco persu. En este antiquísimo idioma, el indi, persona es öersuna, que significa personaje enmascarado. Se cree que la palabra etrusca es una adaptación de la palabra griega ðñüóùðïí (prósōpon) utilizada para indicar el rostro del individuo, pero también la máscara del actor y el personaje que representa. Por tanto, el término persona como tal puede significar que todo individuo siempre y en todas partes "desempeña" un papel”.

¿En la bipolaridad habrá dos mascaras o una sola? O el mismo desorden que en Tolstoi, por un lado, un lobo solitario y, por otro lado, un patriarca frustrado. Ocurre a una cierta edad. Ocurre siempre. Es Pessoa en Octavio Paz, Las máscaras de Giovanni Papini, Pirandello, Shakespeare y la tragedia griega, mascaras que nos personifican, mascaras que permite otro yo, entrando en la escena, en el mundo…ságomas amorfas…adquiriendo características para volvernos personas (¿mascaras?) aceptadas por la sociedad.

Pulchinela y Arlequín, Don Quijote y Sancho Panza, Cyrano y Christian de Neuvilette, todas las máscaras del hombre, genial y sublime encanto, maldito actor o fracasado, el Jacha Tata Danzanti y el Orfeo negro. La Commedia dell’Arte como el espejo en el cual alguien se está reflejando.

Maurizio Bagatin, 27 de mayo 2021
Imagen: Giorgio De Chirico, Las mascaras, 1973

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