El calendario de las guerras no da tregua. Bizancio mira desde las aguas negras de un mito que se hizo religión; la otra Pascua tiene el color de la sangre, un puente sobre el Drina o la retirada de Napoleón sigue manchando lo que Europa mira desde lejos, desde la Caput Mundi o su demo cansado.
Una niña cuida su muñeca, el poeta erige murallas paradisiacas de libros, la anciana protege a su perro del ruido de este siglo que será aun mas breve del siglo que lo precedió.
Imágenes de otra Pascua, la nieve al sol se derrite como la infelicidad de todas las religiones; los calendarios no tienen fechas, cabalgados por nombres de santos que fueron pecadores, nombres que hoy no valen el bautismo sino la ausencia del amor, hecha cicatriz, hecha orilla entre la guerra y la paz.
Maurizio Bagatin, 24 abril 2022
Imagen: Anciana de Bucha con su perrito
0 Comentarios