¿Cuándo se ha separado la estupidez humana de la sensibilidad, de la compasión?
Las notas del saxófono nunca quedan en la piel, penetran e invaden tejidos y órganos, viajan como un perfume cuando entra por la ventana, el perfume de una mujer que jamás podremos olvidar. Baila Zorba cuando todo está perdido y queda solamente la belleza, lo dijo muy bien Nietzsche: “Siempre hay alguna locura en el amor, pero hay siempre alguna razón en la locura”.
Es un teorema la vida. En nuestro pisar la tierra sin reinventar el amor -esta historia que Pasolini podría haber escrito ayer- y dejarnos de las emociones que realmente no vivimos; o cuando el horror del sublime se nos presenta y la normalidad pretende desviarlo, y ni la química puede ya hacer algo.
Sigue la música, el canto de unas sirenas imposibles en las improvisaciones del jazz, en nuestras vidas.
Maurizio Bagatin, 22 de mayo 2022
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