Hay que contar las lunas, recordar el eclipse de Augusto Monterroso; cuando llegaron los conquistadores encontraron el terreno ideal para la cruz y para la espada, de ahí el sincretismo que aun vivimos. La fuerza de la mujeres está en un Calendario Galván para toda ocasión, el Quetzalcóatl y el tribalismo, la violencia de tantos años absorbidos por el sacrificio y la ignorancia.
Detrás del volcán hay otra vida, el sueño americano que se enfrenta al simbolismo y a la miseria. Un tren que espera siempre carne de cañón o manos de obra barata; muchas palabras se van con el viento: “¡Canta para que el volcán se duerma! el aire huele aroma a café y a volcán…”.
Quedará solo la fuerza de la naturaleza y la fe.
Maurizio Bagatin, 4 de septiembre 2022
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