La grappa es una abuela


La grappa es una abuela, teje y narra con paciencia y ternura, luego, mirando desde una ventana con sus ojos brillantes, observa los Ășltimos devenires. Del bagazo, del orujo, de la sabidurĂ­a que “… una nube cĂĄndida es su diadema, un velo de nieve eterna en su frente…”. Y sigue tejiendo y narrando, destilando leyendas que abrazarĂĄn cuerpos aun desnudos. Una de estas abuelas a alguien debe haberle narrado que fue un sacerdote el inventor de la crisopeya. Egipcios y chinos destilaban para obtener esencias, hacia la maravilla de oro, el opus magnum, la piedra filosofal. Crisopea de Cleopatra, y asĂ­ Alejandro de Afrodisias con su tribicco, hecho por la escuela peripatĂ©tica. AquĂ­ AristĂłteles añadiĂł a los cuatro elementos de EmpĂ©docles, el Ă©ter, como quinto elemento. El espĂ­ritu, todo lo impalpable e incorpĂłreo que nos rodea. Alguna vez escuchĂ© todo esto. La palabra vĂ©neta grappa viene de graspia, que es el racimo desnudado de la uva. ¿CĂłmo habrĂĄ seguido narrando la abuela? Las abuelas de las montañas recordando el frio y el efecto aspirina de la grappa; a las que iban amasando en la cocina, unas gotas siempre venĂ­an bien a unas galletas, en una torta, en un plato de carne de caza.

MirĂĄbamos los Ășltimos destiladores del pueblo, lo hacĂ­an sin tener la licencia, era una grappa bien “lambicada”, era sufrida y salĂ­a fuerte, el alambique era fruto de su Ă©timo, el cansancio como tambiĂ©n de la precisiĂłn, extraer siempre lo mejor, el corazĂłn. Un dĂ­a ya no aparecieron y en las botellas vimos una etiqueta. FeneciĂł el contrabando y con Ă©l una Ă©poca.

La abuela siguiĂł contando. Aquilea fue destruida por los Unos, Atila los condujo hasta nuestra tierra y en el año del Señor 511 nace la grappa, al aire libre, en la plena campaña friulana. La abuela habĂ­a oĂ­do contar que un pueblo llegado de muy lejos habĂ­an traĂ­do la receta y el alambique, eran los Burgundios, nadie le creĂ­a porque este pueblo venia desde muy lejos y, dicen, no conocĂ­an la uva. Ella seguĂ­a narrando, y tejiendo. La grappa sabe a uva inmaculada, a candor de niños, a memoria. No pelea con ningĂșn otro destilado, es calor en el invierno y frescura en el verano. La abuela mira desde la ventana una ultima vez, la noche es serena: “Como por cĂĄlida simpatĂ­a de amor, el sol que nace y el sol que muere la besan”, y serena se va a dormir.

Maurizio Bagatin, noviembre 2022

Los versos son de Michele Fiorentino autor de “Baco en cocina”
ImĂĄgenes: La grappa de las destilerĂ­as Bagattin de mi pueblo, quizĂĄs con una T demĂĄs…



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4 Comentarios

  1. AnĂłnimo28/11/22

    Muy hermoso

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  2. AnĂłnimo29/11/22

    M., no sabĂ­a de tus vinculaciones con una grappa

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. AnĂłnimo29/11/22

    Suspiros a tener una grappa en la mano y escucharla contar.

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