El Apocalipsis no está en los diez mandamientos, está en El gran cuaderno de Agota Kristof.
Ahí se revela el horror de aquel mundo, de un mundo que, perdida todas las seguridades, se vuelve monstruoso; y la miseria van describiéndola los inseparables gemelos Egyik y Masik, para que la horrible realidad no se vuelva invisible en la memoria. En el cuaderno entra toda la brutalidad de una época: la ausencia de un alma, la alucinación en los ojos, rufianes, borrachos y proxenetas, todos los monstruos que una guerra produce. Dios que muere por mano del hombre.
Ya no hay tiempo para la catarsis, hay que separarse en la vida y la muerte en un cuadro de George Grosz…
Maurizio Bagatin, 25 diciembre 2022
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