Río arriba

“Mera luz que invade a tarde cinzenta…” [1]

Djavan: A Rota do Indivíduo (Ferrugem)

A Juan Carlos Crespo Avaroma

Río Arriba…

Río Arriba, en verano, se está el agua brava que baja tempestuosa pero que siempre aclara sus mensajes…

-Yo soy el agua, amigo -te sorprende con su voz de un frenesí imparable – mi cuna está allí nomás, de esa vertiente vengo y ahora me tengo que ir porque lo mío, si has llegado hasta aquí, me imagino que ya lo sabes…

Tu te inquietas, quieras abrazarla, quieres saber más; ella se escurre entre tus manos, balbuceas:

-Pero, dime, agua…

El agua no tiene tiempo para otra cosa que no sea su fluir incesante. Te grita, mientras ya navega hacia lejanas playas, islas desconocidas, peces indómitos, medusas gigantes, faros que la iluminen sin saberlo, te grita:

-Amigo: no te entristezcas porque me voy, porque me estoy yendo, cada momento es irrepetible y alégrate por eso, valió la pena este encuentro…

Y se va el agua impetuosa, el agua apasionada, hacia su destino líquido: atravesará ciudades, cruzará selvas infinitas, lamerá la sal de anclas y muelles, jugará con delfines, besará a un cachalote blanco, acariciará sirenas, beberá el ron del tonel perforado de un barco hundido, pero jamás, jamás de los jamases, olvidará a la montaña que la vio nacer, jamás olvidará esas alturas de cóndores, soledad y nieves desde donde descendió invicta, pura, libre y siempre llevará en su corazón de agua esa marca, esa virtud, esa fragua.

Pablo Cingolani

Antaqawa, 19 de enero de 2023

[1] Mera luz que invade la tarde gris…