Ana tiene dos ojos de maíz, uno blanco y uno azul, nariz de chocolate…por boca un broche rojo de cabellos, su corazón está hecho con tres piedras de la montaña.
Donde no hay señal telefónica, hay insectos y mariposas, inocencia y crueldad. Grillos y alacranes en medio de la noche. Todos como hormigas se mueven adentro de una tierra de nadie, muchas mujeres abandonadas y secuestradas, muchos hombres ausentes. En la laderas de sus montañas las amapolas de la vida y de la muerte.
La historia del ombligo de la luna es violenta. Tal vez no haya fuga de su historia, héroes y villanos se intercambian sus destinos y miles de ojos de mujeres lloran presencias y ausencias. Solo el abrazo de la adolescencia ofrece una sonrisa, antes del perpetuo dormir despierto, única receta para sobrevivir.
El miedo y el dolor son fieles compañeros, no se alejan y no se transforman, nunca huyen. La dulce tristeza de la fábula de sus vidas no cambiará, acompañándolas siempre más adentro de su tragedia ancestral.
Maurizio Bagatin, 27 de agosto 2023
Imagen: Afiche de la película Noche de fuego de Tatiana Huezo
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