Microcosmos


Lo que puede suceder en el mundo pequeño, puede ocurrir en el infinito, Aristóteles anunciaba la infinitud de microcosmos en los cuales el hombre y la mujer, los seres vivos están sumergidos, envueltos, y de los cuales son participes.

Microcosmo revolucionario, la ametralladora y la huerta. Ubaldo Gervasoni no tembló cuando le quisieron poner en las manos una AK47, la rechazó y siguió cultivando la tierra. Eran sueños e ilusiones de Tierra y libertad, los últimos relámpagos que se estrellaron contra una mezquina realidad, el presente. Oscar Olivera siembra lechugas y rabanitos junto a los niños del Colegio Miriam Magda Terceros, hoy dice que el acto más revolucionario posible es alimentarnos de nuestras huertas. El tiempo va madurando a muchos seres humanos, como los frutos en las huertas; la huerta que amaban Voltaire y Tolstoj, el futuro campesino que anunció el poeta.

Microcosmo del agua: “Agua tan pura que casi/no se ve en el vaso de agua. / Del otro lado está el mundo. / De este lado, casi nada... / Un agua tan pura, tan limpia / que da trabajo mirarla.” - Manuel del Cabral -

Microcosmo de un árbol. El árbol sigue ahí, estrangulado por el cemento, vemos a alguien que lo riega y seguimos mirándolo mientras se ahoga. El cemento se enfrenta a la naturaleza y él resiste. Respiramos gracias a él mientras él grita el abandono que está sufriendo.

Microcosmo de un pájaro. El pájaro aletea intentando sumergirse en un balde lleno de agua. Sequia también para los pájaros, en las tardes que andan buscando refrescarse en un jardín cualquiera. Jilgueros, horneros y palomas se reúnen al amanecer al borde de la olla donde comen los perros de la casa. Los pájaros de las ciudades cambiaron de connotaciones, son urbanos hoy, como los hombres, sedentarios y obesos.

Microcosmo de un Nobel de literatura. Je est un autre…la literatura es para unos cuantos como la orgia perpetua que deseaba Gustave Flaubert, para otros es seguir ilustres y desconocidos. ¿Qué será hoy para Jon Fosse? Sus palabras hasta ayer eran mudas para muchos lectores, y abstractas aun para los que esperan en diferentes idiomas una traducción.

Microcosmo de la guerra. David Grossman y Tahar Ben Jelloum por oficio escriben, el primero es israelí y el segundo es marroquí. Ambos nunca se imaginaron que a Adanis Shibli, escritora palestina le fuera suspendido un premio literario, el premio LiBeraturpreis, en solidaridad con Israel. La cultura es un lugar de encuentro y de dialogo, en contra de la locura de poco sirve el pensamiento, en contra de la estupidez también los dioses luchan en vano.

Microcosmo de la fotocopia. Nos piden una para cualquier trámite. Somos papeles necesarios a un instrumento inútil, la burocracia. Pedirán una fotocopia para nuestros sepelios y una para el fin del mundo. Una torre de papeles sin la Babel necesaria. El genial Frank Zappa lo anunció: “No es necesario imaginar que el fuego o el hielo acabarán con el mundo. Hay otras dos posibilidades: una es la burocracia, la otra es la nostalgia”.

Microcosmo de Elisabetta. Su Recanati. Entre Giacomo Leopardi y Beniamino Gigli, el sueño de un gran viaje, la India, Sudamérica y el arte que no puede esperar. Vivió soñando todos los días que la conocí. ¿Cuál será su sueño hoy, recibida la carta con un epígrafe de Bruno Bettelheim? Cuando separamos los cuerpos del amor y los infinitos adioses del sentimiento, cuando amar era perdernos en el heno seco del verano, con una botella de vino, en la última mirada.

Microcosmo de la coca. Muchos jóvenes y un pequeño número de adultos presencian en un salón del Festival UniTn de Trento, en el nordeste de Italia, a Nicola Gratteri que habla de ‘ndrangheta, instaurando un dialogo con la sociedad civil. Habla de su último libro, Fuori dai confini (Fuera de las fronteras), escrito como el anterior (Oro blanco) con Antonio Nicasio, y no deja de recordar cuanto ahora podría añadir al anterior libro (hay siempre un capitulo ausente, en todos los libros), por ejemplo que Bolivia produce la “rosada” más cotizada del mundo.

Microcosmo de los alimentos del futuro. Just ofrece el huevo revuelto sin huevo, solo su sabor y una indescifrable lista de ingredientes para obtener esta ficción: agua, aislado de proteína de judía mungo verde, aceite de canola extraído en frío, cebolla deshidratada (<2%), goma gellano, extractos de zanahoria natural (colorante), aromas naturales, extractos naturales de cúrcuma (colorante), citrato de potasio, sal, lecitina de soja, azúcar, jarabe de tapioca, pirofosfato tetrasódico, transglutaminasa, nisina (conservante). La química al alcance de la futura alimentación mientras, como decían los viejos de mi pueblo: “¡Y pensar que una vez era suficiente el culo de una gallina!”.

Microcosmo del retorno. Deberíamos cerrar el círculo como lo hizo Ulises. Sin haber dejado a Penélope es como un no retorno. Nos recuerda más a Abraham…

Maurizio Bagatin, octubre 2023
Imagen: “Evolución”, MUSE, Trento, Italia

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