Se ama ante todo a la vida, al ser al mundo. A los seres que en la poca luz vislumbramos. Ahora los brazos y las manos de mi abuela que firmes me agarran, amor en lo mas profundo que es la piel. La filosofía vendrá luego. La sangre que es el rio que siempre nos acompañará, venas y arterias que desde mi dialecto recorren errores y traspié. Miles de lecturas que tienen en vida todos los seres vivos. Y la narración de semejantes bellezas.
Escribiendo no sale espuma, hoy son las caricias y el abrazo a la tierra, el aleteo del picaflor de las cinco de la mañana, el gato noctambulo que retorna con la luna creciente y el sol al horizonte, el arranque del primer motor que distrae la modorra. Y más, las palabras de mis hijas para mi cumpleaños.
Gracias a todos por las felicitaciones.
Maurizio Bagatin
Foto: Mi abuela y yo
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