Si Quentin Tarantino conociera Bolivia o del raspar los grandes sentimientos de su idiotez…




Breve pincelada sobre Diez de la mañana de un domingo sin fútbol de Oscar Martínez

“El carácter se forma los domingos por la tarde” - Ramón Eder -

Antes, mucho tiempo antes, la oralidad fue la franquicia para que todos los imaginarios pudieran ser la historia de los hombres, hoy homenajeamos la imperfección con cierta ironía estética, con melancolía, con estilo poroso, arcilloso y hasta marmóreo, esta orgia perpetua por supuesto merece un puesto entre los índices literarios. Los cuentos de Oscar nos ofrecen una inmersión en un neorrealismo literario ante litteram, el cual busca amortiguar aquella sonrisa burlesca y faulkneriana, sustrayéndole dolor, extirpándole todo el miedo y liberando aquella poesía pulp que la urbe paceña destierra a cada instante. Un licor para nada voluptuoso, consumido entre cuates, en vasos desportillados y sin que uno sea igual que otro… Decía Roberto Bolaño que vivir es un milagro irrepetible mientras que escribir es bastante una mierda…tanto más que lo maravilloso de la literatura es ser lector. ¿Quién sabe? Quizás los perros rabiosos, con sus babas espumosas, sin ladrar y sin morder pero mirándonos a lo profundo, no sean los únicos poetas de esta fauna que camina, navega y a veces vuela adentro de este viaje al fin de la noche…si Quentin Tarantino conociera Bolivia, me lo imagino, le daría luz a estas tormentosas y dulces imágenes paceñas. Porque tal vez tenía razón este mi viejo amigo, el cual sostenía que la realidad no es una historia bien hecha…sino una inmensa dinámica perpetua entre lo que es y lo que todavía se puede hacer y lo que se puede imaginar que pueda suceder, el trabajo de Oscar, la viveza indefinida que surge de esta dinámica, es el material de construcción del escritor. Se puede trabajar con todos los futuros que puede producir su imaginación: el escritor transforma la realidad en una historia bien hecha, como la fuerza de trabajo que transforma la materia prima en un producto, y por lo tanto en riqueza añadiéndole valor.

Maurizio Bagatin, marzo 2017

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