El mármol se consume. Es siempre la última gota en neutralizar la materia, propio como en la vida.
La Piedad de Miguel Ángel ha sido desgastada por las manos de los hombres; un centímetro de suelo orgánico necesita cientos de años para recomponerse. El tiempo consume y reforma, rehabilita y antropiza. Lo invisible a los ojos no es solamente la poesía de Antoine de Saint-Exupéry, sino el trabajo de los órganos humanos, el animo del buen ser humano, el silencio visto desde la luz.
El paso animal del hombre y su futura extinción, es exprimirnos hasta la última gota. ¿Qué es esa innata codicia de los mortales por saber lo que sucederá mañana? Tenemos la ciencia, el teatro y un poco de magia, todo el resto será juego o superstición.
Maurizio Bagatin, enero 2024
Imagen: Maurits Cornelis Escher
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