La eterna llamada del horizonte



Está allí y te atrae

Fulgura, magnetiza, seduce

Sucede: o te enseñaron bien

O nunca comprendiste

Eso de dónde estaban los límites

Y fuiste detrás de ese imán

Que no se parecía a nada

Que conocías



O, tal vez, ese destino

Ya estaba escrito en tu ser

Y te estaste

Cuando se te reveló

Y no lo negaste

Porque, vos lo sabías,

No hay peor

Traición

Que traicionarse.



Pablo Cingolani

Antaqawa, 24 de marzo de 2024


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