Miles de años de poesía y…


…seguimos pisando el infinito camino. La palabra que está depositada en el caracol y el eco que sale de su entraña, un todo que intenta resumir el mas inmenso y las paradojas de Zenón. Mil veces intentamos descifrar las cosas más simples y sencillas, aquellos apuntes rojos en el papel amarillento o la huella en el felpudo que un día pusimos en la entrada de nuestra casa. A veces miro como alejan un ternero de su madre, no le dejan que amamante y todo porque la leche tiene que ser mañana vil metal. Nosotros, los mamíferos pensantes creemos haber evolucionado, infausta ilusión. Un día nos despertamos intolerantes a la lactosa, otro día con intolerancia a la lactasa. El ternero si es torito tendrá el destino que todos conocemos, la vaca también.

…el tiempo, más largo que el viaje de la rueda en llegar hasta aquí. El tiempo del teocinte y lo de la tortilla, de la jankaquipa y de una j’aka lawa, del choclo que acompaña una infinidad de platos, todos con su aporte barroco. El maíz caminó con mucha gente, trasladando sabidurías y encantos. Hoy la mazorca de este grano supera los cuarenta centímetros, y en las palabras de Carlos Fuentes puedo regresar y recordar cuando decía: “Como el maíz fue grano antes de ser mazorca. Pero cuando es mazorca, ya no es grano”.

Se fue la luna llena de anoche, amaneció una primavera con las mismas características del invierno: humo en el aire, esquizofrenia en la humanidad. Hay mercurio en los ríos y desechos hospitalarios en las lagunas. Alguien al despertar me soplaba en una oreja que la historia es bastarda y no hace que fluir en los errores de siempre.

“La filosofía del futuro es estar en contra o a favor de Heidegger”. Puede inquietar esta frase lapidaria de Derrida, sino vamos a refugiarnos en cuanto sugería Cioran: “El artista es un hombre que lo sabe todo sin darse cuenta, mientras que el filosofo es un hombre que no sabe nada, pero que se da cuenta”. Nuestro salvavidas está en la literatura, en el mensaje que nos deja su prolongado homenaje a la imperfección. En la mentira del arte, que permite comprender la verdad. Aunque sea inútil escribir, se intenta darle un sentido a la vida, a los seres vivos que ofrecen el espectáculo que sirve de telón de fondo a la nada de la historia.

Arani, era la tierra del pan y del viento, hoy el pan es una triste masa hecha con harina importada y con mejoradores sintéticos, el viento se llevó con el tiempo la belleza y el encanto, los productos de esta tierra. Algunas mujeres aun fuertes resisten intercambiando sus semillas (warmiq thaskiynin llank’ana patapi), en Pozo de Flores se enfrentan a la papa holandesa que ya ha desplazado a casi todas las papas del territorio. Usos y costumbres que solo ellas saben conservar: “Traer semillas de otro lado es traer nuevas fuerzas”, semillas nativas que viajen por nuestros territorios, y dentro de nuestra tierra, desde Pocoata, Cliza y otros lugares, hacen que vayamos profundizando “nuestra apertura hacia practicas que, aunque arraigadas en la tradición, están dispuestas a la innovación…”. El pan retornará siendo elaborado con nuestro trigo, dicen mientras tejen mantas para el próximo invierno.

…y también la lengua necesita ser destruida para poder ser, inmediatamente después, reconstruida. Tarea de la poesía de los mil años. Tarea de la creación. A veces la memoria se anima en olvidar nuestros recuerdos, otra vez se anima en recordar nuestros olvidos.

Maurizio Bagatin, agosto 2024
Foto: Tienda en Tarabuco, marzo 2024

Publicar un comentario

0 Comentarios