Una Europa enferma

JESÚS CHAMALI -.

El rapto de Europa. 
Pablo Picasso.

Una enfermedad contagiosa y agresiva recorre Europa atacando su médula y su corazón, amenazándola de muerte casi irremediablemente; y si no acaba muriendo, acabará con unas secuelas tan graves que retrocederá decenios en su evolución y -desde luego- tendrá que despedirse de convertirse en esa entelequia que creó de ser un sólo ente, un sólo pueblo bajo una sola bandera, que compartiría políticas sociales, económicas, ideológicas, monetarias y hasta un único gobierno central.

Al igual que la peste bubónica acabó no sólo con un tercio de toda la población de la Europa del siglo XIV (algunos historiadores dicen que puede que llegara al 50% o 60%) lo cierto es que significó el fin de un etapa histórica y el inicio de otra. Con ella se acababa la Edad Media y comenzaba el Renacimiento.

Europa no sabe cómo digerir la crisis. Ni cómo enfrentarse a ella. Ni cómo hacerlo adaptándose a las circunstancias actuales y renunciando a unos privilegios que se obtuvieron cuando las circunstancias económicas fueron otras.

Pero lo peor es que la entelequia esa que se sacaron de la manga para hacer frente a los EEUU y que dieron en denominar Unión Europea, unas hermosas siglas completamente vacías de contenido real pero eso sí, repletas de una mastodóntica burocracia que llega a ralentizar hasta niveles insospechados cualquier decisión por urgente que ésta pueda ser, a la hora de enfrentarse a la situación crítica en la que algunos países que la componen se encuentran -y no sólo los mediterráneos, como España, Italia, Grecia o Portugal, sino Islandia o Irlanda...de momento- se destapa como lo que de verdad es: un club de negocios donde si no pagas la cuota del mes, dejas de poder jugar al golf con los socios y a lo más te dejan es a llevar los palos de éstos como un caddy cualquiera.

Alemania y Francia tratan, como en el siglo XIX de imponer sus criterios. Antes eran sus imperios los que se repartían Europa. Ahora no necesitan mover soldados: sólo dar o cerrar el grifo de las influencias en los órganos decisivos de la UE. El resto de países son meros comparsas que siguen a uno o a otro y el Reino Unido, como siempre, se mantiene al margen, aislado en su especie de Arcadia particular.

Mientras tanto, Portugal está a punto de estallar y rescatada por el Banco Central Europeo y el FMI. 

España no podrá aguantar mucho más sin un adelanto de elecciones y el partido en el poder recibirá un severísimo castigo por hacer justo lo que el FMI y la UE le exige que haga, con lo que el que le releve ya tendrá el trabajo sucio hecho y además, carta blanca para seguir recortando servicios sociales a cuenta de lo mal que lo hizo el PSOE, sin que nadie le haga ver a un pueblo enfurecido y sordo a todo argumento que eso precisamente es lo que evitó que España acabara como Grecia. y que de no ser así, su estado actual sería hoy infinitamente peor, pero hay dirigentes que haciéndose el muertito y sin nadar llegan a la orilla.

Lo malo es que después tendrán los ojos de todos encima y además un movimiento nuevo, el de los indignados del 15 M observando paso a paso sus movimientos y decisiones. No les auguro una legislatura cómoda a pesar de su indudable mayoría absoluta.

Grecia rescatada por el Banco Central Europa y el FMI, en lo que va de año ya lleva tres huelgas generales y el gobierno ve como sus propios diputados votan en su contra.

Timo Sioni, lider de Filandeses

Auténticos, ultraderechistas . 

En los países de la Europa Central y Nórdica, el avance de partidos xenófobos y de corte ultraderechista (por no decir neo nazis directamente) es abrumador, llegando a pasar de 3 a 35 diputados en algunos parlamentos, siendo la 3ª fuerza más votada.

Los jóvenes se revelan, pero si no se organizan para desde dentro, desde el sistema, cambiarlo y hacer unas leyes que lo modifiquen, que lo humanicen, que lo curen, me temo que en pocos, poquísimos años veremos una Europa que descenderá a niveles de antiguo rico venido a menos, pero que ya sólo servirá como lugar de turismo y como emisor de mano de obra para nutrir a los países emergentes.

O ni siquiera eso.