JUAN PABLO JIMÉNEZ -.
Buenas noches amables televidentes. Esta noche en exclusiva, tenemos en nuestro estudio al Sr. Invisible Mudo, quien nos hablará de importantes tópicos para el ser humano.
- Sr. Invisible Mudo, tenga usted muy buenas noches.
- …
- ¿Primera vez en nuestra ciudad?
- …
- ¿Qué ha sido lo que más le ha impactado de nuestra ciudad?
- …
- Sí, tiene buen gusto. Entrando en materia, ¿por qué creó al hombre sobre la faz de la Tierra?
- …
- O sea, podríamos pensar que usted no estaba muy convencido de ello.
- …
- Hábleme de aquello de que usted no tiene principio ni fin.
- …
- ¿Eso guarda relación con que usted sepa todo lo que va a suceder?
- …
- Pero el libre albedrío viene a contradecir un poco ese postulado.
- (Bosteza)…
- Hábleme de su infancia.
- …
- ¿Cómo?... ¿no tuvo infancia?
- …
- Bueno, desde esa perspectiva, podríamos colegir que ni siquiera tuvo adultez.
- …
- Usted es todo y a la vez pareciera ser la nada.
- …
- ¿Para qué entonces crear este mundo si después iba a producirse tanta calamidad? ¿Lo hizo por diversión?
- ...
- Pero si lo hizo por diversión, usted no es para nada bueno como lo pintan.
- (Sonríe) …
- ¿Qué sentido tiene todo este sufrimiento? ¿Qué sentido tiene o tuvo su mensaje si después nos seguimos matando en guerras?
- …
- No me deja para nada conforme con esa respuesta y creo que menos a los telespectadores. Bueno, pero cuénteme, ¿qué se produce en usted cada vez que los filósofos escriben libros dudando de su existencia?
- (Hace una larga pausa) …
- Sí, pero debe entender que eso se debe a su culpa también.
- … ¡!
- Ok, pero yo solamente me limito a lo que pregunta la gente en sus casas a través del fax. ¿Es cierto aquello que la tecnología vino a reemplazarlo? Eso se viene diciendo desde la Revolución Industrial.
- (Frunce el ceño) …
- Quiero llevarlo a otro terreno. Tengo en mis manos dos libros que hablan sobre los textos apócrifos, que vienen a dar un cariz absolutamente distinto al mensaje que usted envió a través de su hijo. ¿Por qué permitió que sus representantes en la Tierra filtraran tanta información? Se lo pregunto y se me viene a la mente el uso que hicieron por ejemplo los españoles de la religión católica para violarse a las indígenas.
- …
- En eso que dice es donde me enredo. Dijimos que usted lo sabe todo, que no tiene principio ni fin, que conoce cada cosa que se mueve en el Universo. Está el comodín del libre albedrío. Pero todo ello no me calza si de cierta manera permite estos exabruptos humanos, como permite así también los tsunamis o que los torturadores sigan vivos.
- (Pausa. Sonríe) …
- Los místicos hablan del cambio de conciencia. Jodorowsky dice que cada uno de nosotros es manifestación suya. Algunas creen que usted es simplemente esa fuerza que mantiene funcionando el Universo. ¿Cómo demonios –perdonando la expresión– se define usted?
- …
- Mmmmm… eternamente con los misterios. Concordemos en que es usted el único, el real, al que debemos rendirle toda nuestra fe, obviando a los musulmanes, a los budistas, en fin. Pero, ¿cómo operan sus designios en otros planetas que se rigen por otras leyes, incluso desafiando a la velocidad de la luz y la ausencia de oxígeno?
- …
- Sr. Invisible Mudo, un breve ping pong. Vida…
- …
- Muerte…
- …
- Paraíso…
- …
- Terremotos…
- …
- Sacerdotes pedófilos con permiso de los papas…
- …
- Discriminación…
- …
- Entendido. Cuando hablamos por ejemplo de que usted permite que millones de niños se mueran de hambre, nuevamente entra a la cancha el tema del libre albedrío, que es el hombre el causante de ello porque no le escuchamos a usted. Lo mismo con los fenómenos naturales, que somos nosotros los culpables. ¿No es una postura un tanto cómoda esa?
- (Ríe) …
- Su hijo en un momento, cansado de haberse salido tanto de libreto, le preguntó que por qué lo había abandonado. ¿No cree que a usted a veces se le pasa la mano?
- …
- Se condena a una persona que se roba una gallina, a una mujer que por desesperación se roba un paquete de tallarines en un supermercado ya que no quiere prostituirse para darle de comer a sus hijos. No obstante, los malos siguen vivos y más encima disfrutando de sus nietos, su poder y su dinero. En tanto sus representantes en la Tierra penetran por el ano a niños indefensos destruyéndoles para siempre la vida y no pagan ninguna pena porque, además de haber dominado nuestro pensamiento por más de dos mil años, dañando con ello la interpretación de la Historia, terminan sus días en hoteles de lujo rezando para pagar sus penas. ¿De qué diablos –perdonando de nuevo la expresión– estamos hablando?
- …
- Bueno, Sr. Invisible Mudo, ha sido un verdadero placer hablar con usted. Creo que los televidentes en sus casas pensarán lo mismo. ¿Algún mensaje que quiera entregar, especialmente a los jóvenes descarriados?
- …
- Le agradecemos su presencia en nuestro canal y a ustedes, queridos telespectadores, les recordamos que la próxima semana, a esta misma hora y en este mismo canal, tendremos un nuevo entrevistado para hablar de actualidad. Tengan ustedes muy buenas noches.
- Sr. Invisible Mudo, tenga usted muy buenas noches.
- …
- ¿Primera vez en nuestra ciudad?
- …
- ¿Qué ha sido lo que más le ha impactado de nuestra ciudad?
- …
- Sí, tiene buen gusto. Entrando en materia, ¿por qué creó al hombre sobre la faz de la Tierra?
- …
- O sea, podríamos pensar que usted no estaba muy convencido de ello.
- …
- Hábleme de aquello de que usted no tiene principio ni fin.
- …
- ¿Eso guarda relación con que usted sepa todo lo que va a suceder?
- …
- Pero el libre albedrío viene a contradecir un poco ese postulado.
- (Bosteza)…
- Hábleme de su infancia.
- …
- ¿Cómo?... ¿no tuvo infancia?
- …
- Bueno, desde esa perspectiva, podríamos colegir que ni siquiera tuvo adultez.
- …
- Usted es todo y a la vez pareciera ser la nada.
- …
- ¿Para qué entonces crear este mundo si después iba a producirse tanta calamidad? ¿Lo hizo por diversión?
- ...
- Pero si lo hizo por diversión, usted no es para nada bueno como lo pintan.
- (Sonríe) …
- ¿Qué sentido tiene todo este sufrimiento? ¿Qué sentido tiene o tuvo su mensaje si después nos seguimos matando en guerras?
- …
- No me deja para nada conforme con esa respuesta y creo que menos a los telespectadores. Bueno, pero cuénteme, ¿qué se produce en usted cada vez que los filósofos escriben libros dudando de su existencia?
- (Hace una larga pausa) …
- Sí, pero debe entender que eso se debe a su culpa también.
- … ¡!
- Ok, pero yo solamente me limito a lo que pregunta la gente en sus casas a través del fax. ¿Es cierto aquello que la tecnología vino a reemplazarlo? Eso se viene diciendo desde la Revolución Industrial.
- (Frunce el ceño) …
- Quiero llevarlo a otro terreno. Tengo en mis manos dos libros que hablan sobre los textos apócrifos, que vienen a dar un cariz absolutamente distinto al mensaje que usted envió a través de su hijo. ¿Por qué permitió que sus representantes en la Tierra filtraran tanta información? Se lo pregunto y se me viene a la mente el uso que hicieron por ejemplo los españoles de la religión católica para violarse a las indígenas.
- …
- En eso que dice es donde me enredo. Dijimos que usted lo sabe todo, que no tiene principio ni fin, que conoce cada cosa que se mueve en el Universo. Está el comodín del libre albedrío. Pero todo ello no me calza si de cierta manera permite estos exabruptos humanos, como permite así también los tsunamis o que los torturadores sigan vivos.
- (Pausa. Sonríe) …
- Los místicos hablan del cambio de conciencia. Jodorowsky dice que cada uno de nosotros es manifestación suya. Algunas creen que usted es simplemente esa fuerza que mantiene funcionando el Universo. ¿Cómo demonios –perdonando la expresión– se define usted?
- …
- Mmmmm… eternamente con los misterios. Concordemos en que es usted el único, el real, al que debemos rendirle toda nuestra fe, obviando a los musulmanes, a los budistas, en fin. Pero, ¿cómo operan sus designios en otros planetas que se rigen por otras leyes, incluso desafiando a la velocidad de la luz y la ausencia de oxígeno?
- …
- Sr. Invisible Mudo, un breve ping pong. Vida…
- …
- Muerte…
- …
- Paraíso…
- …
- Terremotos…
- …
- Sacerdotes pedófilos con permiso de los papas…
- …
- Discriminación…
- …
- Entendido. Cuando hablamos por ejemplo de que usted permite que millones de niños se mueran de hambre, nuevamente entra a la cancha el tema del libre albedrío, que es el hombre el causante de ello porque no le escuchamos a usted. Lo mismo con los fenómenos naturales, que somos nosotros los culpables. ¿No es una postura un tanto cómoda esa?
- (Ríe) …
- Su hijo en un momento, cansado de haberse salido tanto de libreto, le preguntó que por qué lo había abandonado. ¿No cree que a usted a veces se le pasa la mano?
- …
- Se condena a una persona que se roba una gallina, a una mujer que por desesperación se roba un paquete de tallarines en un supermercado ya que no quiere prostituirse para darle de comer a sus hijos. No obstante, los malos siguen vivos y más encima disfrutando de sus nietos, su poder y su dinero. En tanto sus representantes en la Tierra penetran por el ano a niños indefensos destruyéndoles para siempre la vida y no pagan ninguna pena porque, además de haber dominado nuestro pensamiento por más de dos mil años, dañando con ello la interpretación de la Historia, terminan sus días en hoteles de lujo rezando para pagar sus penas. ¿De qué diablos –perdonando de nuevo la expresión– estamos hablando?
- …
- Bueno, Sr. Invisible Mudo, ha sido un verdadero placer hablar con usted. Creo que los televidentes en sus casas pensarán lo mismo. ¿Algún mensaje que quiera entregar, especialmente a los jóvenes descarriados?
- …
- Le agradecemos su presencia en nuestro canal y a ustedes, queridos telespectadores, les recordamos que la próxima semana, a esta misma hora y en este mismo canal, tendremos un nuevo entrevistado para hablar de actualidad. Tengan ustedes muy buenas noches.
10 Comentarios
Cómo nos ha hinchado las pelotas el señor Invisible Mudo. Al menos, ha servido para que Unamuno, Bergman, Woody Allen y JP hayan intentado desclasificarlo.
ResponderEliminarJocosa y precisa mudez.
Un abrazo amigo Jiménez.
El entrevistador se fumó unos buenos huiros y se agradece el resultado.
ResponderEliminarQué puedo decirte Juan Pablo, me ha encantado esta entrevista tan relevante. Sentí incluso que sería una excelente obra, para un monólogo de teatro. Sin duda, muchos alabarían la osada persuasión con la que el entrevistador enfrenta a su selecto invitado.
ResponderEliminarMe gustó como este bizarro entrevistador lo pone contra la pared para presionarlo a que se haga cargo de la gran cagada que ha quedado en el mundo a través de los siglos.
Faltan las justificaciones del señor invisible mudo.
si el pan es la cara de Cristo, Jimenez es su repartidor.
ResponderEliminarCloto
Inteligente ejercicio del autor. El señor invisible carece de defensa, no es, no ha sido ni será más que una molesta idea.
ResponderEliminarMuy bueno.
Usted es sordo señor Juan Jiménez. Debe ir a un fonoaudiólogo, porque Dios le habla y le entrevista cada día y le ofrece toda la belleza y el amor del mundo como prueba de su omnipotencia.
ResponderEliminarNo hay peor sordo que el que no quiere escuchar.
Dios le bendiga
blasfemo blasfemo!!!!! Diosito te castigará por el veneno de tus palabras.
ResponderEliminarLucy
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarcuídate Jiménez!!
ResponderEliminarQue Diosito te perseguirá para mandarte a la sala de castigos, seras torturado hasta que pidas perdón de rodillas. al mas puro estilo de la inquisición.
lo bueno seria saber el porque; no crees?
Hereje.
ResponderEliminar