Miguel Sánchez-Ostiz
Paceñas... si de cervezas se trata me inclino decididamente por las Huari, que son de Oruro... El agua les da un sabor peculiar, dicen.
No hay peor cosa que los motivos para declinar una invitación o no poder acceder a la petición de un favor, sean tomados por excusas falsas o embustes de medio pelo, y convertidos de seguido en agravios irreparables: las famosas «Molestias del trato humano», de las que habló fray Chrisóstomo de Olóriz, y tantos otros.
Viajar para poner orden en los propios asuntos es gollería porque estos se ordenan y desordenan solos.... o al menos lo parece, como piezas de un rompecabezas diabólico cuya clave siempre estuvo ahí y no supimos verla o descifrarla: todo encaja.
El orden, ese que te empuja a dejar de poner la carreta delante de los bueyes, aparece donde menos te lo esperas.
Las operaciones de limpieza no tienen misterio alguno, se vienen cuando más conviene, es inútil convocarlas, como quien monta una pieza de teatro de cámara.
*Publicado originalmente en el blog del autor, Vivir de buena gana (19/8/2017)
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