Expurgo de biblioteca


Miguel Sánchez-Ostiz

Expurgar la biblioteca: los libros que no has leído y no vas a leer, los que has leído y has olvidado, y no vas a volver a abrir, los que no tienen valor comercial alguno y son un lastre para poder moverte de un lado a otro, los que solo han servido de adorno, como aquellos de Veterinaria que tenía Ruanito en su alcoba, los repetidos, las ediciones eruditas para el erudito que no eres, los textos impracticables, los de aquellos autores que te son antipáticos, sepas o no el motivo, los títulos que no sabes ni por qué los compraste, los que ibas a vender de manera ventajosa y no has vendido, porque no has podido y porque te da flojera… al principio de una manera tímida, temerosa, luego con alegría feroz. Se acaba reduciendo mucho, más de lo que creías, el equipaje, como quien emborrona un autorretrato a lo Bacon o quiebra un espejo o qué sé yo. Sitio, aire, aire…

*Publicado originalmente en el blog del autor, Vivir de buena gana (28/8/2018)

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