Una nube se aleja
¿Será capaz de regresar?
Los árboles que me hablaron
¿Los volveré a escuchar?
Brillan las alas de un colibrí
La montaña reluce verde
La mañana se suspende
La brisa guitarrea
La luz amansa
Las heridas ya no duelen
A lo lejos
Tan sólo una línea
Separa la tierra del cielo
Abajo
Los hombres se afanan
Arriba
Vuelan las aves
¿Será que ellas
Podrán llevar
Nuestros
Mensajes
Hasta el infinito?
¿Será que su libertad
Es también
La nuestra?
A lo lejos
La raya sigue ahí
Los Dedos de Dios
La trazaron
Siento
El fervor
De los límites
Siento
Que allí
Desde allí
El cosmos
Se abre
Y se multiplica
Allí y más allá
Están los volcanes
Que esperan
Está la sal cuajada
Está el coraje
De vivirla
Debajo
No hay nada
Sólo el pálido fulgor
De algo que ya no atiza.
Pablo Cingolani
Antaqawa, 1 de marzo de 2019
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