Yo no sé nada
Nunca lo supe, nada, jamás supe nada de nada, pero si acaso un día, una vez, en algún lugar, bajo una higuera, viendo un tero, soñando con dagas anticipadas
Sabré de algo, cualquier cosa, lo mínimo indispensable, lo que puede que sea que me aliente, me incite, me inspire, en suma: no me rompa las pelotas y me venga en gana
Ese puñado de conocimiento, algún asunto, cuestión o tema, ese puñado de arena o de tormenta que recojo de llámese camino, sitio, meseta, archipiélago, hiedra, viento, can, gatito, colibrí o sirena
Llámese lava o un túnel, la luz del sol o seis mil hormigas que me pican en la selva porque
Infeliz de mí, interrumpí su rumbo, su huella, su osadía
Si algo, algo que ya esta labrado en mi piel de otoños y ocres y orillas
Está incrustado en la vena que estalla y no es sólo sangre sino también poesía la que mana
Huye conmigo a todas las playas pero permanece adentro y en el fondo, como cada montaña
Eso, eso que sé o sabré de mí, yo que no sé nada, lo escaso, lo escueto, lo que nunca distinguiré si son pulpos que Isidoro D. me manda el muy cabrón desde su galaxia y Montevideo, si son las cicatrices etíopes y los barcos ebrios revisitados, si son jinetes sin sombra si son la sombra que anhela jinetes
Si son lo que no sé, porque yo no sé nada
Llámese el silencio absoluto –que lo merezco, si acaso una recompensa ansío
Llámese el vacío o la gloria, que son lo mismo
Llámese el soldado Casco, guerrero de las Malvinas
Llámese peronismo como metáfora de la historia
Llámese Nemo, llámese Nadie
Llámese un abismo que sucede a otro abismo y así hasta encontrar no a la madre de todos los abismos que me importa un carajo encontrarla sino a la consecuencia de ir de abismo en abismo que eso sí que no es vano
Si allí, si algo sentí y algo supe, algo de medusas, de micas, de níquel, de nieve
Algo que huela a alguna cosa, a herida acaso, a cicatriz y a fiebre
Algo desesperado pero no cautivo
Algo como pétalos o luciérnagas en la noche del Madidi
Algo como un blues de Pappo o de John Lee Hooker, algo como un blues…
Eso, eso para mí, eso es por lo que escribo y te siento
Eso es, por lo que nunca me rendiré, y por lo cual celebro
A cada hormiga que hay en los bosques
Eso, eso de mí, que no sé nada
Eso, para mí, no se llama poder, no se llama dinero, no se llama, llama
Eso para mí, se llama mapa. Se. Llama. Un. Mapa.
Un mapa.
Pablo Cingolani
Desde algún lugar, 28 de junio de 2020
Fotografía: Lorena Ledesma
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