Atiza la lluvia y vivirás en calma/ Clama piedad: tendrás una guerra/ Enciende tu don: escapa/ Vuelve a brillar y en la arena te perderás/
No hay otro vértigo que el de tus manos que anudan treguas imposibles/ no hay más huella que la sal que calcina y lame de tu rostro la esperanza que te corteja/ no hay sombra más cruel que la tuya/
Bebes de una vertiente voraz/ deliras lirios y promesas donde hay espadas y sangre y un clamor ausente, que se ausenta/ vas y vienes y vuelves sobre heridas que ya deberían cicatrizarte/ te oxidas de nada/ ¿acaso te temes?/
Si buscas al único sol posible, el sol que redime/ volverás/ volverás de todos los silencios/ volverás a poner el pie en el acantilado/ el peor de los pecados no es la virtud/ el peor de los pecados es no acometerlo.
Pablo Cingolani
Desde algún lugar, 28 de junio de 2020
Fotografía: Lorena Ledesma
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