Crónica: El surazo de ayer...

Maurizio Bagatin

El surazo de ayer se llevó el invierno, el aire al despertar era pura frescura primaveral. Algún día Juan Pablo Piñeiro escribió que “el mundo es la casa embrujada que todos habitamos”, embrujado es sobre todo el país imposible que sigue siendo Bolivia, mientras vivimos en este paraíso habitados por demonios, diablos y buenas gente. “Ayer fue el 21 de octubre, ¿mañana será el 19 de octubre? Nuestra cuarentena ya tiene diez meses de antigüedad”.

La tierra ya pide oxígeno, el aire necesario para las semillas de mañana. Cultivar tomates -narra el meme del día- ofrece más sensación de poder que el estatus y el dinero. Hoy los almacigué, tres, cuatro semillas en cada vasito, dos en cada uno de los espacios que corresponden al huevo en el cartón del maple. Desde ayer entramos en la luna creciente, es buena época para los almácigos.

Pondré música, fueron Bob Dylan y Leonard Cohen ayer, hoy la nostalgia me conduce hasta mi tierra natal, el poeta Fabrizio De André abre el surco, yo descalzo piso la hierba y hago reír a mi nieto Lucas, con su mirada de “pingo”, como bien indicó el Maestro Juan Manuel.

Ayer, hoy y mañana, la tierra nunca traiciona. Y yo sonrío.

22 agosto 2020

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Imagen: Ángel Blanco
Texto publicado originalmente en Oxxxímoron Diario Literario Revista Digital