La palabra



Maurizio Bagatin

"Miraba el cuerpo dormido de Alcibíades, veía los últimos destellos en la chimenea, en la copa de vino, y me preguntaba si las cosas más importantes de la vida no existieran más allá de la palabra, sino antes." - Thodoros Kalliafatidis -

Contemplando el paisaje dejado por las ruinas de Babel… encontraremos al primer grito humano, allí está la tabula rasa de la palabra, aquella voz primordial, luego chismosa o ausente, nunca dicha, saltada y abortada, a la palabra que aún no ha nacido, a la recién sembrada y a la borrada, a la que Adorno temía darle un mañana; ahí están el Gilgamesh inmortal, el profeta bíblico y el cronista evangélico, el hidalgo y el vate, el trovador… 

El lenguaje nace dialectal, el lenguaje reconoce el territorio donde nació, reconoce las huellas del pasado y traza las del futuro, como en un viaje a las raíces, el lenguaje es la lengua materna, es la semilla de la primera acción, es el verbo que nunca traiciona su primavera y puede convertirse en cualquier otra estación; el lenguaje es una concepción del mundo - un modus vivendi - porque contiene la humillación, la opresión y la evocación de los hechos, el lenguaje es nuestra historia, toda su violencia y toda su poesía… Un pueblo deviene pobre y servil/cuando le roban su lengua/heredada de sus padres:/está perdido por siempre (Ignazio Buttitta). 

En el incansable maratón de la palabra nacen el argot, el patois, el dialecto y el runa simi, surge la jerga, el oíl y el oc, el portuñol y el occitano, se vislumbra el spanglish, el quechuañol, el cocoliche, el ladino, el lunfardo y el grikanico… mujeres siempre en fuga y hombres eternamente en guerra, epopeyas y cantos, odas y llantos de una sola actriz, la palabra… el aedo enceguecido en la voluntad del sueño y Rimbaud coloreando vocales, siempre en búsqueda de lo imposible y de la libertad. La palabra: vulgar, jeroglífico, pictogramas, palíndromo, disparate, braille, ideograma, pleonasmo, oxímoron, lapsus, neologismo, blasfemia, proverbio, quid pro quo, toda poesía del hombre, uno grita, uno calla, uno habla y el otro escucha, uno escribe y el otro lee. Ella es la actriz, la palabra. La de amor y la traicionera… perdidas cosas, perdidas palabras… el nombre es arquetipo de la cosa/en las letras de 'rosa' está la rosa/y todo el Nilo en la palabra 'Nilo' (J.L.Borges). 

Diptongos, adjetivos troncos, hiatos que se abren y se cierran como el grito de una gaviota (Fabrizio De André)… palabra de confín, misiót como le dicen a mi dialecto, el Meneghél que nace con la sal del mar de Venecia y en las peripecias de su viaje, un viento de tramontana del Nord y unas caricias bárbaras lo endulza y lo violenta, con el trabajo campesino y el esfuerzo artesano, toda una poesía hecha de sudor y paciencia, de callos y minuciosidades. La palabra es el arabesco encantador, el trabajo cartujo, es el viaje trovador y la maña pícara, el cincel que extrae y el fuego que forja todo el arte, toda la vida. De ahí las cosas desaparecen por arcaicas y así desaparecen las palabras… luego vendrán nuevos lenguajes: alquimias, metamorfosis, magias… un gallardo Diccionario del diablo de Ambrose Bierce y un curioso Coda al diccionario de Jorge Patiño Sarcinelli, un extravagante Inventario general de insultos de Pancracio Celdrán Gomariz y un elucubrado Vocabulario criollo-español de Ciro Bayo… y así buscándose y encontrándose, enfrentándose y enamorándose… Las palabras te calzan de oro/te coronan con laureles/te reverencian/te abruman de lisonjas/ luego te lapidan. /Las palabras te santifican/te cantan alabanzas/te levantan en el aire/ ¡qué alto vas!/luego te entierran (Oscar Cerruto). 

Las palabras, piedras a la entrada de Auschwitz y poemas posmodernos en el hormigón de Harlem y Manhattan, esculturas marmóreas en Sócrates y Platón y amargor e tormento en el papeleo burocráticos cotidiano… las opacas palabras del poeta real evocan el habla de antes del lenguaje, el entrevisto acuerdo paradisiaco (Octavio Paz)… estrella fugaz o aún quimera en el esperanto, hipogrifo en el sueño y en la conciencia del Poeta, mythos y logos, fábula y orden en el eterno encuentro y desencuentro, en el amor y en el desamor… no es lo mismo oír lo hablado que escribir lo oído (Augusto Roa Bastos). 


Nota: el íncipit es del poeta cochabambino Juan Cristóbal Mac Lean; algunas citas poéticas las debo a los poetas, a ellos la palabra.
septiembre 2017

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Imagen: Parte de la Tableta V de la épica de Gilgamesh
Publicado originalmente en el blog Sugiero Leer (25/9/2017)

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