Salí esta mañana a buscar a Jesús
Y lo encontré mendigando en muchas esquinas
Era viejo, estaba desgarrado y solo
En cada calle que me crucé con El
Lo encontré también en los harapos de unos niños
Que querían comer y no tenían
Que llevarse a la boca
Lo único que tenían era hambre
Su madre, la madre de estos niños
-pueden llamarla María
María, María-
Se desloma, día a día
Lavando la ropa de otros
Para ser maltratada por unas monedas
Por los mismos fariseos de siempre
Lo seguiré buscando mañana
Volveré a buscar a Jesús
Y yo sé que sólo lo voy a encontrar
En el temblor de las manos
De los ancianos abandonados
Y en la boca seca de los niños
Que no tienen nada que comer
Yo lo siento, yo lo sé
Esa cruz, la cruz de la pobreza
La cruz del desamparo
El Jesús palestino
El Jesús del pueblo herido
Nunca hubiera dejado
Que nadie la cargue
Ni siquiera El.
Pablo Cingolani
Laderas de Aruntaya, 24 de diciembre de 2020
Imagen: La Tinta
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