No todo lo que se desangra gotea

Márcia Batista Ramos

Veo que estás vivo, palpitando, desgarrado y desangrando. Tus blancos ojos trepidando. Ya no hay vuelta que dar. Son esas cosas que no sabemos cómo explicar, pero hacen parte de la vida. Tal vez, por la cotidianeidad de ciertos eventos mordaces, uno los asume como normales… Cuando, en realidad, deberían ser una aberración insoportable a nuestros sentidos. 

¿Qué puedo decir, ahora? Aun es primavera, este año todo fue más lento. El verano, parece que se retrasa… No sé, ¿qué fue lo que hicieron con nosotros? Teníamos tanta ternura, amábamos tanto y de repente, fue como si hubiera aparecido una serpiente con una manzana… 

Un huracán con sus usuales vientos intensos acompañados de tormentas… muy propias del Huracán, el dios del fuego, en la mitología maya; llegó como un ciclón en nuestras vidas. Nos acostumbramos al aire asfixiante, a las tormentas violentas: en las calles, en las casas, en los noticieros, en nosotros mismos… Las tristezas flotando sobre la vida, sobre nuestras vidas. 

Somos tan contradictorios, que no aceptamos pensar en la finitud del universo o que el universo es cerrado como un balón de futbol, pero aceptamos lo inaceptable todos los días, porque nos creemos tan pequeños y limitados ante ciertos descalabros humanos y vamos por el mundo sumando fracasos, partícipes por omisión, de los crímenes de cada día. 

Prefiero hablar otras cosas a mencionar tus desgarres. Estoy junto a ti y, simplemente, no puedo hacer nada, es increíble la levedad del ser, la inercia que nos ata. Las lágrimas que derramamos juntos y la distancia que, fatalmente, nos separa. Ahora, seguirás tu camino. Yo seguiré en mi camino. Porque tú eres el que te separas, te desprendes… 

En realidad, el universo es realmente infinito en todos los sentidos, no tiene nada de parecido a un balón de futbol; es abierto y no cerrado, pero también es finito por el tiempo. 

Estás ahí, luchando por respirar, vivo, palpitando, desgarrado y desangrando… Naciste manoteando para sostenerte y antes de erguirte, encontraste manijas que abrieron puertas y permitieron que camines por senderos tortuosos que llevaban, invariablemente, a otros caminos y te permitieron ir encontrando otros sentimientos más antiguos, plasmados como borrador a dentro, en el alma. 

No todos los días fueron en color sepia o en tonos de gris. Hubieron días, realmente, lindos de una alegría profunda, con aroma a pan recién horneado. Fueron momentos tan bellos, que la vida y el sueño caminaron juntos. Creo que fueron días irrepetibles, tal vez, por las circunstancias. ¿Rememoras? ¿O en el estado en que te encuentras ya no existen remembranzas? 

Es muy probable que, más allá del espacio observable para nosotros, pueda haber más universo tal y como lo entendemos y, de hecho, seguro que lo hay. Lamentablemente, no entendemos. Nuestra cotidianeidad, nos hace pensar dentro de un esquema bastante limitado y con los años, pensamos que estamos en lo correcto y es cuando perdemos la posibilidad de abrirnos a otros conocimientos. En la televisión, no nos dicen eso. 

La vida es en sí, muy objetante, independientemente, de la experiencia de cada uno y por algo que no sé explicarlo, muchos prefieren acumular olvidos, incumplir promesas y hacerse al loco en plena luz del día, para obviar ciertas situaciones y seguir eminentemente solitarios, pero llenos de iras y rencores coagulados, fruto de construcciones mentales que alejan al otro. 

Ahora, ya sabes que tu interior se está revelando como un torrente y quien te mire sabrá mucho de ti, porque a los ojos del mundo existirás eternamente, mismo cuando los envidiosos no quieran que existas. Lo sé. 

Estás ahí, vivo, palpitando, desgarrado, desangrando y lleno de sentimientos. Si hubiéramos callado…Tenlo por seguro, que la situación sería otra. No estarías así, tan abandonado y sangrante, palpitando, desgarrado y lleno de sentimientos a las 15:51 de un día cualquiera. 

Saben, que el universo es finito por el tiempo, porque es más grande que la distancia que ha recorrido la luz desde el “Big Bang”, la explosión primigenia, hasta hoy. De ahí que todo lo que esté fuera de esa distancia sea aún, completamente, inaccesible para nosotros. 

Aun, hay mucho por decir. Prefiero callar a hablar sobre ir al cielo o sobre los sentimientos del corazón, la eternidad de las promesas o el dolor de las despedidas. 

Creíamos que teníamos tanto que decir y ahora estamos callados para siempre, empero, eso es relativo… Hay sentimientos más antiguos, plasmados como borrador a dentro, en el alma. A veces, uno saca a la luz los borradores más antiguos, en otras ocasiones, sale a lucir con la primera copia, como quien luce, lleno de orgullo, a su primogénito, por primera vez, en una reunión familiar. Son cosas que ocurren, porque así, es la vida, seguramente, así, quiso Dios. 

Dicen que desde el punto de vista de un astrónomo o de un físico, el universo es infinito en el espacio, pues carece de paredes o algo parecido. Pero, todo lo que nosotros podemos ver o aspirar a ver, siempre es finito porque siempre es una esfera a nuestro alrededor. ¿Comprendes? Porque yo no comprendo… Apenas hablo, porque no quiero estar callada en esta circunstancia. 

… 

En el laberinto interior que cada uno navega, encuentra en sí mismo, un sinfín de posibilidades de explicarse para entenderse y seguir en su existencia, inexorablemente agónica, que corresponde vivir desde el lugar en que se encuentra en el momento, a camino ineludible, del más amargo fin: la muerte. Por eso, al sumergir en las aguas de la existencia, se puede hallar de todo: lo que nunca fuimos, lo que quisimos ser, lo que siempre fuimos, lo que nunca seremos… Igual a la inscripción con carbón, en el muro: “Ni fuimos, ni somos, ni seremos. Porque para ser hay que estar y no quisimos ni ser, ni estar, ni querer”. 

… 

Ya nada importa. Ya no hay vuelta que dar. 

Me siento demasiado desconcertada, sin acción ante el hecho de verte así palpitando, lleno de sentimientos, desgarrado, tendido y desangrando sobre la hoja. La pluma fuente descansando a tu lado… Al verte me doy cuenta que no todo lo que se desangra gotea, ya que tú eres un poema. 

Publicar un comentario

2 Comentarios

  1. Un hermoso texto. Pero en el 7mo párrafo el "hubieron " rompe la armonía.

    ResponderEliminar
  2. Un hermoso texto. Pero en el 7mo párrafo el "hubieron " rompe la armonía.

    ResponderEliminar