La montaña es un ámbito de revelaciones
De repente, traspones un filo, un abra, una puerta
Y te incitan infinitos mundos, todos sus mundos
Los mundos de la montaña
De repente, cuando cansado llegas a ese umbral
Que todas las montañas te ofrecen, cansado de trepar
Detrás existe ese otro mundo que la montaña, generosa
Te brinda, que la montaña, te halaga con su magia
Es una magia antigua, sincera: sin artilugios; de pronto, se aparece
La más complicada y desoladora de las geografías, o, de pronto
Vas caminando rumbo al cielo en una fusión sin renuncia
La piedra, esa fuerza imposible de torcer, de domar
El cielo que jamás se escapará del horizonte
El cielo y la piedra que juntos, danzan: eternos, invencibles.
Pablo Cingolani
Antaqawa, 23 de octubre de 2024
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